Advierte la ONU sobre crisis mundial de agua potable

09 mayo 2017 Agua

Dos terceras partes de la población mundial no tendrá acceso al agua potable en 2025 si no se toman medidas ahora, advirtió Mario Escárcega, director general de la empresa mexicana BIECCO, al dar a conocer estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el tema.

El directivo explicó que las consecuencias de esta escasez traerán además tres crisis más: una humanitaria, una económica y una política, que probablemente se traducirían en guerras por el líquido.

“No falta mucho, sólo son ocho años. En diversas partes del mundo ya se están dictando leyes para proteger el agua y establecer prácticas industriales sustentables; es decir, el uso de recursos naturales sin afectar a nadie”.

Añadió que en México hay un rezago en materia legislativa para la protección del agua que obligue y permita a las empresas y a los municipios reciclarla incluso con beneficios económicos, que no están reñidos con la protección de los recursos naturales si se utiliza la tecnología adecuada.

“Los verdaderos problemas a enfrentar son tres:
1) Los tomadores de decisiones niegan que hay un daño ecológico que nos está llevando hacia la escasez de agua potable.

2) Aunque hay legislación que se está aplicando en diversas partes del mundo orientada hacia generar espacios de inversión para reciclar el agua, todavía dista mucho de ser una tendencia generalizada.

3) Las autoridades aún no creen que se avecina una crisis grave.

El resultado en México es que aquí no es obligatorio limpiar el agua y son pocas las plantas tratadoras de agua. Sólo algunos municipios han tenido la visión de limpiar el agua del principal contaminante: el uso humano, que va a dar a las cañerías”.

El especialista informó que BIEECO ya está llevando a cabo una intervención muy efectiva en Monterrey, para limpiar los lodos de las cañerías y convertirlos en biocombustible benigno que utilizarán las cementeras de la región, con un acto de voluntad política de autoridades y empresarios.

“Sí se pueden eliminar los rellenos sanitarios donde se confinan estos lodos contaminantes, sí se puede eliminar el uso del coque de carbón de las cementeras que contamina con dióxido de carbono de efecto invernadero. Sí se puede administrar este vital recurso sin maltratar la calidad de vida de las futuras generaciones”, concluyó.

09 de mayo de 2017
Fuente: El Sol de Cuernavaca