Las lluvias no sólo traen inundaciones, también llegan con el dengue
05 junio 2008
Fuente: El Tiempo
30 de mayo 2008
Si las aguas que caen dentro de las casas y patios no se manejan correctamente también traen enfermedades, especialmente dengue.
Contrario a los que se piensa, un brote puede suceder en cualquier estrato porque el mosquito Aedes Aegypti -transmisor de la fiebre de dengue y la mortal fiebre hemorrágica de dengue- busca el agua limpia para poner sus huevos.
Por eso, el Ministerio de Protección hace un llamado a los residentes de casas, edificios y fincas de recreo para que mantengan rutinas de aseo y eviten los contagios.
Estos insectos viven en sitios ubicados por debajo de los 1.800 metros sobre el nivel del mar -es decir en el 85 por ciento del territorio colombiano- y se posan en el interior de las viviendas, en locales cerrados y otros sitios oscuros; en el exterior eligen los lugares frescos y en sombra.
Las larvas viven en el agua durante una semana y después se transforman en ninfas redondeadas que, al cabo de un día o dos, dan paso al mosquito adulto, listo para picar.
Los huevos se incuban en todo tipo de recipientes en los que se acumula accidental o deliberadamente el agua, tanto al sol como a la sombra.
Entre sus criaderos favoritos se encuentran barriles, tambores, frascos, ollas, baldes, flores, tiestos, tanques, cisternas, botellas, latas de conserva, neumáticos, bandejas de refrigerador, estanques colectores, bloques de cemento, urnas funerarias, axilas de las hojas de las plantas, huecos de los árboles y otros sitios donde se deposita el agua lluvia.
El Ministerio de Protección informa que como no hay medicamentos que lo curen ni ninguna vacuna que lo prevenga se debe recurrir a dos medidas básicas. La primera es eliminar los criaderos de mosquitos poniéndoles tapas bien ajustadas a los depósitos de agua, fosas sépticas y pozos negros.
También es posible eliminar las larvas mediante pequeños peces larvívoros, que pueden encontrarse en arroyos o estanques o en tiendas especializadas. También se pueden destruir con plaguicidas bacterianos.
En las basuras y los desechos abandonados alrededor las viviendas se puede acumular el agua de lluvia por eso conviene botarlos o triturarlos para enterrarlo o quemarlo (si está permitido).
De otra parte, los espirales fumigantes de combustión lenta y los vaporizadores eléctricos resultan eficaces durante la estación de las lluvias tras la salida del sol y al salir la tarde, que es cuando pican los mosquitos del dengue.
Por su puesto, los mosquiteros en los dormitorios permiten proteger a los niños pequeños y a otras personas que tomen siesta durante el día. La eficacia de estos mosquiteros puede mejorarse impregnando con insecticida las ventanas.
Ahora que se avecina la época de vacaciones, es básico aplicarles repelentes a los pequeños y ancianos que llegan desde la zona andina. Los niños, los turistas y los viajeros suelen ser las personas más expuestas a la transmisión del dengue. Sin embargo, también están en peligro los adultos que viven en zonas endémicas.