Mazahuas rompen tregua

11 agosto 2008

Regresan para exigir el cumplimiento de acuerdos y un plan de desarrollo sustentable, debido a la explotación del Cutzamala

TEXTO EMILIO FERNÁNDEZ df@eluniversal.com.mx • FOTOS JORGE ALVARADO
El Universal
Lunes 11 de agosto de 2008
VILLA DE ALLENDE, Méx.— El Ejército de Mujeres en Defensa del Agua está de regreso. Luego de una tregua de tres años en la que esperaron que el gobierno federal realizara un programa de desarrollo sustentable en el sur del estado de México, que ha sufrido daños por la explotación del Sistema Cutzamala desde hace 25 años, regresaron para exigirlo.

El movimiento social que iniciaron los indígenas mazahuas en 2003, se reactivó de nueva cuenta.

Ocho comunidades integradas principalmente por mujeres crearon el Frente Mazahua que denunció desde entonces la falta de agua en sus poblados, y la afectación del entorno ecológico por la explotación de los recursos hídricos de la región durante más de cinco lustros.

El Frente Mazahua se convirtió después en Frente para la Defensa de los Derechos Humanos y Recursos Naturales del Pueblo Mazahua, y posteriormente las mujeres desplazaron a los hombres, porque, dijeron, las autoridades “sólo les veían la cara de tontos”; fue cuando establecieron el Ejército de Mujeres Zapatistas por la Defensa del Agua.

El 15 de septiembre de 2004, más de 300 indígenas iniciaron un plantón en las instalaciones de Berros, considerada la planta potabilizadora más grande del mundo, para exigir a las autoridades federales y estatales la indemnización de los daños a sus tierras y la aplicación de un programa integral de desarrollo sustentable para las comunidades afectadas por la operación del Sistema Cutzmala.

El entonces titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y ex precandidato presidencial panista Alberto Cárdenas Jiménez, visitó a las comandantas en Berros y se comprometió a realizar un programa de desarrollo sustentable en la región.

Pero los mazahuas lo acusaron después de incumplir los acuerdos y radicalizaron su movimiento.

Con rifles de madera y armas desvencijadas al hombro, realizaron marchas, manifestaciones y plantones en Toluca y en la ciudad de México, para que las escucharan.

El Congreso mexiquense, la Conagua, la Semarnat, el Zócalo capitalino y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, fueron los escenarios de sus movilizaciones.

La comandanta Victoria Martínez, una de las principales dirigentes, amenazó con que se inmolarían si el gobierno federal no cumplía sus compromisos.

Sus amenazas sólo quedaron en palabras. Lo que sí cumplieron fue el cierre momentáneo de seis válvulas del Sistema Cutzamala que se encuentran en el municipio de Donato Guerra y que no estaban resguardadas por el Ejército mexicano ni por la Policía Federal, que llegaron a la planta de Berros, en Villa de Allende, en febrero de 2005, para evitar que los indígenas la tomaran en su poder. En 2004, el gobierno federal, a través de la Conagua, empezó a aplicar recursos para que se desarrollaran diferentes proyectos productivos en el sur de la entidad. Más de 66 millones de pesos se destinaron para las comunidades mazahuas, pero no fueron suficientes, aseguró la comandanta Victoria.

Las pugnas entre los mazahuas se presentaron después, porque los recursos del gobierno federal se concentraron sólo en seis poblados, aseguró Martha Flores Reyes, vocera del Movimento Mazahua.

A la fecha, no hay un plan de desarrollo sustentable para la zona mazahua y por tal razón volverán a la lucha.