Es posible desaparecer una isla dinamitándola, o con una bomba de hidrógeno, en un caso extremo, afirmaron los geólogos Jaime Urrutia y Saúl Millán, de los Institutos de Geofísica de la UNAM y del Politécnico Nacional, respectivamente.

Sin embargo, aseguraron que también una isla puede desaparecer por fenómenos naturales como la erosión o por la subida del nivel del mar.

Jaime Urrutia, quien encabezó las investigaciones y la excavación en el cráter de Chicxulub, en la Península de Yucatán, para buscar información sobre la caída de cometas a la Tierra, explicó que las islas pequeñas pueden ser “desgastadas” por las olas, acelerando el proceso de erosión.

Detalló que cuando hizo la expedición al cráter de Yucatán —de donde la Isla Bermeja está ubicada a 160 kilómetros— escuchó hablar del islote que, denunciaron senadores del PAN, “desapareció misteriosamente” del mapa cuando se negociaba con Estados Unidos un tratado para la explotación de los yacimientos de petróleo.

De acuerdo a los senadores, la Isla Bermeja se localizaba en el Golfo de México en la latitud 22º 33’ Norte y longitud 91º 22’ Oeste. Además, dicen que figuraba desde el siglo XVI como parte del estado de Yucatán y aparecía en mapas nacionales e internacionales.

No obstante, a partir de los años cuarenta, esta isla ya no fue tomada en cuenta como territorio nacional, “y en la actualidad físicamente no se encuentra y/o se oculta su información por diferentes autoridades y entidades gubernamentales”.

Urrutia dudó que hayan hecho desaparecer la Isla Bermeja, pues es muy costoso y difícil porque “se supone que no tienen bombas de hidrógeno para hacer desaparecer una isla”.

QUE INVESTIGUEN. Respecto a Isla Bermeja, el geofísico e hidrólogo, Saúl Millán, aseguró que Pemex la tiene registrada.
Incluso, apuntó que en los años 40 se registró en el Atlas de Islas de México: “se tienen las coordenadas de la isla y en el atlas viene exactamente dónde está”.

“Me consta que esta isla estaba ahí. Y sería muy delicado que haya desaparecido. Sería importante que investigaran”, dijo.

Por ello, recomendó a las autoridades realizar estudios científicos para localizar el islote en el Golfo de México, del la cual –aseguró el experto— ha escuchado hablar y ha visto en mapas.

Millán puntualizó que una isla no puede ser destruida completamente, pero sí desaparecerla del exterior.

“La pueden ocultar bajo el agua, pero no desaparecer completamente”, explicó el científico, quien refirió que existen métodos geofísicos para detectar la ubicación del islote aunque no se vea físicamente en el exterior.

Agregó que las islas son montículos muy grandes que son imposibles de desparecer, pero sí pueden ocultarla bajo el agua o ponerla al ras del agua, para ello –dijo—, se puede cortar toda la maleza y dinamitar.

El geólogo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) agregó que por métodos magnetométricos y gravimétricos se puede detectar restos de islas bajo el mar.

Sostuvo que existen otros estudios detallados para detectar islas que fueron “desaparecidas” del exterior o “tragadas” por el mar, como la magnetrometría aérea, que determina toda la topografía del relieve de un islote.

También sugirió que podrían sumergir en el mar una ecosonda para determinar la topografía del relieve de lo que fue la Isla Bermeja.

En tanto, el experimentado geólogo Jaime Urrutia, quien ha publicado en la revista inglesa Nature, afirmó que existen registros de islas completas que han sido desaparecidas por la mano del hombre.