ZARAGOZA. Desde el mediodía del jueves, Calatayud ha sumado ya más de tres días con el servicio de agua potable interrumpido. El problema radica en una cadena de averías en la tubería principal de suministro, todas ellas en el mismo tramo, cerca del Hospital «Ernest Lluch» y al pie de la planta potabilizadora de la ciudad.

Se ha mantenido un suministro de mínimos usando otros focos alternativos de abastecimiento, pero el agua sólo llega a las plantas más bajas de los edificios. En el mejor de los casos, los usuarios que tienen agua disponen de muy poco caudal, a presión reducida. En otros casos, por los grifos no sale agua.

Esa situación comenzó el jueves a mediodía y con ella acabó ayer el día. Al cierre de la presente edición, se daba por hecho que hoy domingo, por lo menos por la mañana, difícilmente se habría subsanado el problema.

El concejal de Servicios Públicos, Luis Miguel Lavilla, explicó anoche a ABC que «siendo muy optimistas, si todo fuera muy bien, cosa que hasta ahora no ha ocurrido, hasta por lo menos las siete de la mañana de este domingo no puede volver el suministro».

Y es que, desde el jueves a mediodía, se han producido cuatro averías en ese tramo de la tubería principal de abastecimiento de la ciudad. Cuando se ha arreglado una rotura ha surgido otra. Eso ocurrió el viernes y lo mismo ayer sábado. Se subsanó la última avería y, al dar de nuevo el agua, se produjo otra rotura en el tubo. Y vuelta a empezar en una zona en la que la tubería va a siete metros de profundidad, lo que complica las tareas de reparación.

Tantos días sin agua han hecho saltar las quejas entre los vecinos y la preocupación entre las empresas. Los establecimientos hoteleros se han tenido que esmerar para explicar a sus clientes cómo es posible que una ciudad de la entidad de Calatayud esté durante varios días en esta situación.

En uno de los hoteles explicaban ayer a ABC que procuraron agrupar a sus clientes en las habitaciones de la planta más baja, que es a la que llegaba un hilo de agua.

Para permitir la higiene a aquellos que no disponen de nada de agua en sus hogares, el Ayuntamiento decidió dejar abiertas las instalaciones deportivas municipales, para que quien lo desee acuda allí a ducharse o asearse.

Mientras dura la interrupción del servicio, los bomberos siguen repartiendo agua con sus camiones a particulares, empresas o entidades que lo requieren. El viernes, por ejemplo, los bomberos tuvieron que llevar 40.000 litros de agua potable al Hospital «Ernest Lluch».

Lavilla anunció ayer que se va a proyectar, de inmediato, la sustitución de todo este tramo de la tubería principal de suministro, cuya antigüedad y condiciones hacen que sean muy probables las averías.