La lucha diaria por conseguir agua en Gaza
18 enero 2009Fuente: AFP
17/01/2009
Al silenciarse los cañones durante la pausa diaria de la ofensiva israelí, miles de habitantes de la Franja de Gaza salen corriendo de sus casas a buscar algunos litros de agua en las fuentes públicas, mezquitas y escuelas.
Kamel Al Hamami, un vecino de Zeitun, escenario frecuente de los combates entre miembros de Hamas y soldados israelíes, aprovecha un momento de calma para salir a aprovisionarse.
"Cada vez que oigo que hay una tregua de tres horas, corro a la fuente", explica en la cola del manantial con un bidón en cada mano.
"Vengo con mis hijos, cada uno viene con un bidón para rellenar nuestro depósito de 500 litros en el tejado", añade el hombre, que dice tener a más de 20 personas en su casa.
Según Munzir Chublak, responsable del suministro de agua, "tres cuartas partes" del millón y medio de habitantes de Gaza "no tienen agua desde hace más de dos semanas".
"La mayoría de los pozos están en el norte de la Franja de Gaza y al este de la ciudad de Gaza, donde se encuentran las fuerzas israelíes. Un 40% de las fuentes no está disponible", explicó, precisando que antes de la operación militar disponían de 220.000 metros cúbicos de agua y que hoy sólo quedan 100.000.
Algunos aprovechan la escasez para ganar dinero y en las calles se venden bidones por unos diez shekels (2,6 dólares).
La guerra en Gaza ha convertido ir a buscar agua en una misión peligrosa. Según fuentes médicas, la mitad de los más de 1.200 palestinos muertos desde el inicio del asalto militar israelí, el 27 de diciembre, son civiles.
"Los tanques disparan, pero no tenemos alternativa. El agua es un gran problema, desde hace casi tres semanas está cortada en nuestra casa", insistió Abed Al Jatib, de 33 años, otro habitante de Zeitun que ha aprovechado una pausa de tres horas que no se respeta demasiado.
"Me veo obligado a enviar a mis hijos a llenar los bidones de agua potable a los grifos de la escuela de Majdal, que está a un kilómetro de nuestra casa", explicó este padre de familia.
En los hogares de Gaza se ahorra cualquier gota. Desde hace tres semanas no se lava la ropa, las casas no se limpian y las duchas escasean.
"Nos han devuelto un siglo atrás. Es injusto, es un castigo colectivo. ¿Qué han hecho mis hijos? ¿qué han hecho los niños de Gaza?", se preguntó.
En el barrio de Rimal, en el centro de la ciudad de Gaza, también se forman colas ante las fuentes públicas y ante las mezquitas.
"Necesito agua potable. Ya no llega a las casas y la venimos a buscar en coche", explicó Mohamed Abed, de 35 años.