Sin control sanitario, bajo la clandestinidad en su mayoría, en la capital michoacana operan alrededor de 500 pipas que distribuyen y venden agua para uso doméstico o comercial en por lo menos 200 colonias, tanto irregulares como en aquellas donde el servicio es deficiente.

Los piperos consiguen el agua gratis en el caso de La Mintzita, o por una cuota de 80 pesos en otros manantiales, pero la comercializan hasta en 450 pesos el viaje, es decir, quintuplican el costo de la misma.

Agremiados en uniones o de manera unilateral, sin mayores reglas que las propias y a cambio de ganancias de miles de pesos anuales, estos transportistas han acaparado numerosos clientes que adolecen del primordial servicio que el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Morelia (OOAPAS) no puede o no quiere brindarles.

Las fuentes de abastecimientos de los piperos son el Cárcamo de Bombeo de La Mintzita, ubicado a un costado del Río Grande, frente al Cetis. Ahí cada pipa paga 80 pesos por llenar.

La presa de La Mintzita es el otro sitio donde las pipas se abastecen, y aunque este lugar es zona de reserva ecológica y el agua sólo puede ser utilizada por el OOAPAS para abastecer el 40 por ciento de la población de Morelia, los piperos extraen del lugar más de un millón de litros por día y no pagan un solo peso por el llenado de pipas. Ahí la carga de pipas es “supuestamente clandestina”, aunque las autoridades lo saben, tanto de la Comisión Nacional del Agua y del OOAPAS. El cárcamo de La Mintzita es operada por el OOAPAS, aunque la CNA debería tener control, al tratarse de una zona de reserva.

El otro sitio donde cargan las pipas es el Manantial de Tzindurio, al poniente de la ciudad, el cual es operado y explotado por los ejidatarios del lugar y cobran 50 pesos a cada pipa que llenan. El dinero es para el ejido.

Lucrativa el agua de La Mintzita

Contaminada o no, el agua del manantial y presa de La Mintzita deja buenas ganancias y sin mayor inversión a la Unión de Piperos y Transportistas La Mintzita, la cual agremia a por lo menos 40 pipas que por día realizan de cuatro a cinco viajes en el municipio de Morelia, es decir, entre 150 y 200 vehículos salen por día del citado manantial. Cada pipa es de diez mil litros en su mayoría y se vende entre 250 y 450 pesos el viaje, dependiendo el recorrido y la zona a donde se lleve.

A cambio, los piperos sólo pagan una cuota semanal de diez pesos para que una mujer limpie el lirio y saque la basura, como bolsas de jabón, envases de refresco y cerveza, que algunos visitantes dejan.

“Nosotros limpiamos para que el lirio no llene toda la presa, si no ya estaría peor”, dice uno de los piperos entrevistado en el lugar, quien prefirió no dar su nombre.

El chofer, quien trabaja para su padre, asegura que ellos no venden el agua, que sólo cobran el diesel de las pipas, pero la cuota varía dependiendo del lugar a donde se entregue.

Otro de los piperos señaló que la Comisión Nacional del Agua sólo ha amenazado con prohibirles el paso al manantial, pero nunca lo ha hecho, “porque saben que uno da el servicio a donde el gobierno no lo brinda”.

“No nos cobran nada por sacar el agua, porque nosotros cuidamos el manantial, y si no lo hace uno lo harán otros, pero el gobierno que es el responsable se hace el disimulado, pero no le queda de otra”.

Los piperos de La Mintzita en su mayoría surten al sur del municipio y comunidades rurales como San Nicolás Obispo, Tiripetío, Santiago Undameo y Uruapilla. Una pipa de agua a Tiripetío, por ejemplo, cuesta 400 pesos.

La queja de los trabajadores del lugar es la poca seguridad del mismo y la veintena de pipas pirata que también llenan ahí.

“Aquí no viene la policía, nos han asaltado y quitado las pipas, sin que nadie nos auxilie”, dice otro de los entrevistado de nombre Felipe Huerta.

Los más fuertes

La unión más fuerte y con mejores ganancias es la de Agua de Manantiales, y aunque no es del manantial del Fraccionamiento Manantiales, se oferta como tal. En esa unión que extrae el agua del Cárcamo de Bombeo de La Mintzita, donde sólo se clora y se somete a un control de calidad que no logra hacerla totalmente potable, los piperos pagan 80 pesos por cada pipa que llenan y los ingresos son para el OOAPAS.

Dicha agua es cafesosa y presenta residuos de insectos, sin embargo se comercializa hasta en 480 pesos el viaje de diez mil litros. Ahí llenan hasta 300 pipas por día, desde las 6:00 de la mañana hasta las 20:00 horas.

Esta organización cuenta con diversas líneas telefónicas que atienden casi todo el día, y un viaje a la colonia Punhuato cuesta entre 430 hasta 480 pesos. A una colonia más cercana el costo es de 220 pesos.

“Agua de Manantiales”, como se lee en decenas de pipas en color blanco, abastece también a hoteles, autolavados, restaurantes y hasta centros comerciales, que de no ser por las pipas no podrían operar.

Ganancias para el ejido de Tzindurio

En el Manantial de Tzindurio llenan aproximadamente 30 pipas, las cuales realizan por lo menos 120 viajes al día, ahí el costo por cada viaje también es de 50 pesos, pero el dinero es para el ejido, un promedio de seis mil pesos diarios.

El agua de este lugar sí es tomada directamente de manantial, pero no está clorada, y aunque el ejido y comunidad se abastecen del mismo, alcanza para venderla a los piperos.

“Nosotros llevamos agua a unas 30 colonias de la salida a Quiroga y por el Estadio Morelos, la gente está contenta con nuestro servicio, porque de otra manera no tendrían agua para bañarse ni lavar ropa”, dice Alberto Aguilera, propietario de una pipa.

Manantial de Manantiales

Aunque hace siete años decenas de pipas podían cargar en el manantial del Fraccionamiento Manantiales, ahora sólo lo hacen las once pipas del OOAPAS, de las cuales dos están descompuestas y sólo entregan agua hasta las 15:00 horas en las colonias que presentan desabasto. Sin embargo, en decenas de asentamientos las quejas son continuas, porque para que una pipa llegue a una colonia donde se solicitó el servicio pueden transcurrir hasta diez o quinde días, dice Ofelia Galindo de la colonia Ampliación Punhuato.

Francisco Servín Barragán, asesor de la Subdirección de Distribución del OOAPAS, asegura que la extracción que realizan las pipas de las diversas uniones no afecta o repercute para la distribución que realiza el organismo, ya que se tiene control del líquido mediante válvulas.

El funcionario asegura que donde opera más el clandestinaje es en el manantial de La Mintzita y en Tzindurio, en donde se ha intentado intervenir en el control y manejo, sin embargo no se ha logrado, ya que es competencia de la Secretaría de Salud del estado de Michoacán velar por la calidad de agua que se distribuye.

Francisco Servín reconoce que las pipas del organismo no son suficientes para abastecer a las colonias donde se cuenta con servicio del organismo, menos aún para las colonias que son irregulares y no tienen agua.

Las colonias que más padecen falta de agua, aunque cuentan con distribución del OOAPAS, son Lomas de Guayangareo, Lomas del Tecnológico, Lomas de Morelia, Miguel Silva y Vasco de Quiroga, entre otras.