Ventajas de tener parto bajo el agua

12 mayo 2009

Fuente: La Crónica

El parto bajo el agua cada vez se posiciona más como la mejor opción para dar a luz en el mundo entero y su éxito radica en que trae múltiples beneficios y menos dolores tanto para la madre como para el bebé.

Después de leer y repasar todas las opciones de parto, Verónica García y Rogelio Pérez, una pareja joven de 29 y 32 años respectivamente, decidieron que su segundo retoño llegaría al mundo por este método.

Su primer bebé, que lleva el nombre de su padre, nació por cesárea en uno de los hospitales del sector público.

Verónica cuenta que fue un proceso muy doloroso desde la labor de parto hasta la recuperación, por eso decidió investigar sobre otras opciones.

Afortunadamente, ella si era candidata para dar vida bajo el agua, así que sólo tuvo que esperar la llegada de abril.

Después de 13 horas de labor de parto, llegó el momento de darle la bienvenida al nuevo miembro de la familia Pérez García.

Muy tranquilos los futuros papás entraron al cuarto especializado para meterse en la bañera con agua tibia, Verónica prefirió estar sentada con las piernas abiertas y apoyar su espalda en el pecho de su pareja.

Bajo las indicaciones de Gabriela Zebadúa, instructora en sicoprofilaxis perinatal de la clínica Mi Parto en Agua, poco a poco fue asomándose la cabecita del bebé que tardó menos de medio minuto en salir por completo.

Con el agua cristalina, el pequeño Roberto, como lo llamaron sus padres, comenzó a llorar y su madre acercó a su pecho para darle la bienvenida mientras su papá le acariciaba la mano.

El poder de la naturaleza

“Este tipo de parto es el más indicado, tanto para la madre como para el bebé, ya que el feto se encuentra en líquido amniótico durante su gestación y al entrar en contacto con el agua no resiente tanto el cambio de ambiente y esto trae consigo una serie de ventajas que se reflejarán en la vida adulta del recién nacido”, destacó Zebadúa.

El objetivo primordial es volver a lo natural, aunque bajo la supervisión profesional adecuada —de un cirujano y partera—, evitando el uso de anestésicos e intervenciones quirúrgicas.

En este tipo de alumbramiento, a diferencia de los demás, se puede crear una atmósfera íntima y cálida que relajará mucho más a la madre —en algunos casos puede haber música o luz tenue—.

Las personas que estarán guiando el nacimiento, son sólo instructores que no intervendrán físicamente a ninguno de los dos, claro, a menos que esto sea necesario, aunque son raros los casos que así lo requieren.

La sensación de pánico que puede crecer sin control en un quirófano está totalmente ausente en el parto en el agua.

“Si desde un principio el ginecólogo le dice a la madre que el bebé tiene una posición adecuada para nacer bajo el agua, así será, son pocos los casos en los que se complica el parto y se tiene que hacer una cesárea de emergencia”, puntualizó la instructora.

Otro de los puntos a favor es que esta espera es la natural, es decir, para la que el cuerpo está preparado, por ello no hay tanto dolor; además, el agua caliente —que debe tener una temperatura de 36 grados centígrados— funciona como anestésico.

Por si fuera poco, en este método de nacimiento la madre es libre de elegir la posición que mejor le acomode para recibir a su pequeño, de este modo, será ella la que conduzca su parto.

Ventajas para la mamá:

— El ambiente la relaja por completo y disminuye la ansiedad y el estrés.

— El agua crea un soporte que presiona el cuerpo de la madre y en el abdomen genera una sensación de alivio con cada contracción.

— La mamá está totalmente consciente, pues no se le coloca ningún tipo de anestesia o medicamento.

— Sumergir el cuerpo en el agua durante el periodo expulsivo y en posición fisiológica para parir, facilita la distensión de los tejidos y músculos, disminuyendo el riesgo de desgarres pélvicos.

— Se pierde menor cantidad de sangre durante el parto.

— La humedad y la temperatura del agua permiten que respire mejor.

Los beneficios para el bebé:

— Suelen ser más tranquilos, debido a que no sufren el trauma de llegar a un ambiente totalmente diferente al que se encontraban durante su gestación.

— Al nacer de forma natural y no ser jalados por los médicos, tienen mejor desarrollo muscular.

— No se les tiene que dar la nalgada para que lloren, pues de manera automática ellos lo hacen al momento de la expulsión.

— Se tiene mayor abastecimiento de sangre a la placenta, lo cual regula sus niveles de oxígeno.

— Desde el primer segundo de su vida, el niño tiene contacto físico con la madre, pues ella es la primera que lo recibe, lo que estrecha el vínculo amoroso.

— También tiene cerca la presencia de su padre, ya que es el otro protagonista de lo que está pasando.

El parto acuático requiere de preparación por medio de cursos sicoprofilácticos, en los que se le enseña a la futura madre a confiar en sus habilidades corporales para que tenga un exitoso y adecuado alumbramiento.

Nota Publicada: 11/05/2009 11:07

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