Luis Alberto García Gómez, subgerente de Proyecto de Protección de la Conagua, quien fue enviado por su titular, José Luis Luege, para coordinar las obras, dijo que sólo ha habido pequeños deslizamientos.

"Hasta ahora sólo hay seis zonas de deslizamientos. Sólo fue en pequeños tramos de 20 o 30 metros. Es decir, en un tramo que se reparó de 500 metros, hubo un asentamiento o deslizamiento en un tramo de 20 o 30 metros nada más", detalló.

De ellos, abundó, cinco fueron ubicados en el río Carrizal, a las orillas de las Colonias Emiliano Zapata, Asunción Castellanos, Pino Suárez, La Libertad y Carrizal, y uno en el Grijalva, a la altura de la ranchería Tintillo y Guanal.

"Tenemos que tener presente que las obras de protección, por ser en ríos, siempre van a tener algún movimiento, no es raro; es normal que haya movimiento en todas las obras en un cauce que tiene arrastre de sedimentos".

"Las obras están diseñadas para éso, y entonces, periódicamente de todas maneras, se les tendrá que dar un mantenimiento a todas estas obras", destacó.

Sin embargo, el funcionario reconoció que hay algunas irregularidades en los trabajos.

"En ocasiones, por la urgencia, se ha tomado la decisión de rellenarlos rápidamente sin llevar todas las normas necesarias para poder tener la garantía de que los bordos no se van a volver a caer.

"Lo ideal hubiera sido que primero tuviéramos que desalojar a la gente y reubicarla, y entonces construir el bordo, pero con el tiempo que teníamos no hubiéramos tenido listas las obras para la temporada de lluvias", justificó.

Un estudio del Instituto Nacional de Ingeniería de la UNAM reporta que la estrategia de los Gobiernos federal y estatal para proteger a la población de las inundaciones -que en los dos últimos años dejaron miles de damnificados en la entidad- y que consiste en la colocación de muros de arcilla, cemento y costales, no funciona.

El documento denominado "Geotecnia", que forma parte del Plan de Acciones Urgentes del Plan Integral Hídrico de Tabasco, indica que las protecciones se han caído por sobrepeso o por la erosión del terreno, y que el material que se ha deslizado a los ríos ni siquiera ha sido removido.

Especialistas del instituto realizaron una revisión a 53 tramos caídos en bordos de la periferia de la ciudad y otros poblados aledaños en 2008, y concluyeron que se trata de un "problema progresivo".

El informe señala que ante la erosión de los ríos se ha intentado proteger los márgenes con material arcilloso y otros elementos resistentes al ataque erosivo del agua del río, como enrocamiento, bolsacreto, tapetes flexibles, espigones y tablestacado.

"Cuando estas soluciones, debido al peso transmitido, exceden la capacidad de carga del suelo, el bordo falla; generalmente el mecanismo de falla se presenta en los estratos de suelo de cimentación menos resistentes al corte, como son las arcillas muy comprensibles y las turbas que se encuentran erráticamente en los márgenes de los ríos de Villahermosa.

"Otro aspecto importante es que, una vez que los bordos han fallado, para restitución de los mismos no se remueve el producto del deslizamiento, con ello se ha observado que en algunos tramos rehabilitados el bordo tiende a fallar nuevamente algunos días después", destaca el estudio del instituto.

Luego de la inundación de 2007, fueron reparados 43 tramos de bordos con una inversión de 152.4 millones de pesos; en 2008 se repararon otros 53 tramos, con 200 millones, y en este año sólo un bordo ha sido restaurado.

Fernando González Villarreal, presidente del Instituto de Ingeniería de la UNAM, afirmó en entrevista que hay bordos que fueron hechos en terrenos inadecuados para hacer un terraplén, y que en algunos casos el problema se complica por asentamientos irregulares.

Desprotegidos
 
En algunas zonas de Villahermosa se han deslizado los bordos de protección que se ubicaron a las orillas de los ríos Grijalva y Carrizal.

· En algunos tramos, los pobladores de Villahermosa tienen que brincar grandes hoyos ocasionados por la erosión del suelo a la orilla de los ríos.

· Obras de rehabilitación efectuadas el año pasado en la Colonia Carrizales.

Nuevos tramos
 
Zonas de Villahermosa donde se han levantado nuevos bordos y muros de arcilla para contener posibles inundaciones.

Confían en terminar obras antes de que inicien lluvias

VILLAHERMOSA.- La Comisión Nacional de Agua pretende "cerrar" toda la periferia de Villahermosa con bordos de terraplenes y muros , a fin de protegerla de los ríos, no solo del Grijalva y Carrizal, sino también del Viejo Mezcalapa y La Sierra.

Luis Alberto García Gómez, subgerente de Proyecto de Protección del organismo, dijo que ,en caso de no terminar las obras, cerrarán los tramos con costalera.

"Prácticamente estamos con la temporada de lluvias encima y el pronóstico no es bueno; traemos el problema de que podamos traer consecuencias lamentables y que por ninguna manera lo podemos permitir los tabasqueños. Primero, porque ya no lo toleramos, y segundo, porque por justicia, no debe de ocurrir (otra inundación)", puntualizó.

Con las obras previstas, destacó, Villahermosa debe quedar protegida para manejar de mejor forma una avenida de agua, similar a la de 2007.

"El riesgo de una inundación, lo vamos a tener latente siempre", advirtió al tiempo de reconocer que quedó pendiente la conclusión de la compuerta "El Macayo", que inició hace más de cinco años para regular las corrientes de los ríos Samaria y Carrizal.

"Vamos a ir revisando cada quincena el avance de construcción de cada uno de los muros, y para que sea rápido cada uno de esos tres kilómetros, se asignaron tres contratos", refirió.

En total, son 33 kilómetros más de bordos que se suman a unos 140 que hay hasta el momento, levantados en los alrededores de la ciudad.