Usuarios de agua: ¿solución a problemas de sequía en Colombia?

18 enero 2010

18 de enero de 2010
Fuente: Portafolio
Nota de Jaime Salamanca León

Desde junio de 2009 el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial anunció el posible evento de condiciones hidrológicas de sequía por el Fenómeno ‘del Niño’ y su posible duración hasta abril del 2010; no obstante esta advertencia, las autoridades locales y ambientales regionales no han tomado acciones de restricciones temporales en las fuentes hídricas críticas, para garantizar el consumo humano de los colombianos, de acuerdo con las prioridades establecidas por las normas vigentes (Decreto 1541 de 1978 Art. 41 y 122): Consumo humano, agropecuario, generación energía hidroeléctrica, industriales, mineros y recreación.

Demanda de agua en Colombia

De acuerdo con el Estudio Nacional de Agua (ENA), adelantado por el DNP y actualizado por el Ideam, en el 2005 la mayor demanda la tiene el uso agropecuario con el 63 por ciento (las pérdidas de agua en este sector son enormes por falta de desarrollos y aplicaciones tecnológicas eficientes), seguido por el uso doméstico con el 27 por ciento, el uso industrial con el 9 por ciento y otros el 1 por ciento; la demanda total estimada corresponde a 13.000 millones de metros cúbicos de agua al año.

La demanda de agua para la generación hidroeléctrica se estima en aproximadamente 48.000 millones de metros cúbicos al año, equivale a cerca de diez veces el resto de los usos o demandas estimadas. En periodos críticos de sequía los manejos y las operaciones de los embalses se deben ajustar, mediante modelos y análisis probabilísticos para diferentes escenarios, de tal forma que garantice la disponibilidad, en el tiempo y el espacio, de la oferta del recurso hídrico para el consumo humano en las cuencas hidrográficas donde tienen influencia y compiten los diferentes usos del agua.

Si los pronósticos del Ideam son tan críticos, el Gobierno debería tomar las medidas necesarias, con una visión de manejo integral del recurso hídrico (con las restricciones para el uso agropecuario y el manejo de los embalses para energía), que pueda garantizar la oferta del líquido para el consumo humano.

Regulación transitoria de agua potable

La Comisión Reguladora de Agua Potable y Saneamiento Básico, CRA, mediante la Resolución 491 del 4 de enero del 2010 plantea modificar en forma transitoria la estructura tarifaria al cambiar los parámetros de los consumos y las tarifas del básico y del suntuario en todo el país. Los consumos superiores al consumo básico se multiplican entre 2 a casi 4 veces la tarifa del metro cúbico del agua con el fin de restringir el consumo irracional del agua.

La ley 142 de 1994 sobre el régimen de los servicios públicos domiciliarios establece una vigencia de cinco años para las modificaciones de las fórmulas tarifarias (Artículo. 126); la mencionada ley no establece intervenciones de modificaciones transitorias en las pautas tarifarias, para garantizar la estabilidad regulatoria a los actores del sector. Esta determinación podría generar controversias que conllevarían a evitar modificaciones tarifarias en los próximos 5 años.

En el caso de Bogotá el costo del consumo básico es de 1dólar/metro cúbico y se encuentra entre los más altos de América Latina .Con la nueva medida los valores de los consumos suntuarios llegarían hasta 3,2dólares/metro cúbico; con los aportes de subsidios que realizan los estratos 5 y 6 superaría los 5,0 dólares/metro cúbico, es decir estaríamos dentro de los valores promedios más altos del planeta en acueductos similares.

Uno de los efectos de esta medida es que aumenta los ingresos de las empresas operadoras debido a que el agua, como bien público y meritorio por su impacto en la salud pública, no tiene sustituto y la laxitud del precio de la demanda es inelástica, es decir, la proporción del aumento de los precios no afecta en la misma medida la disminución del consumo. Esto es válido en las ciudades como Bogotá donde existe una alta cobertura efectiva de micromedición del consumo de agua.

En los estudios de consumo por habitante, realizados por la Asociación de Entes Reguladores de Agua Potable y Saneamiento Básico (Aderasa), Bogotá está dentro de la ciudades de América Latina con el consumo más bajo por habitante (100 litros/habitante/día) . Esto, debido al importante impacto que tuvieron las campañas de ahorro de agua realizadas en la alcaldía del profesor Mockus y a las altas tarifas del servicio. Según la EAAB el consumo promedio mensual residencial pasó de 24,5 metros cúbicos/suscriptor en 1993 a 11,2 metros cúbicos/suscriptor en 2009.

Los análisis que soportan la resolución de la CRA consideran que el impacto de la medida afecta al 5 por ciento de los usuarios y se estima un ahorro de agua potable superior al 15 por ciento; con relación a la demanda nacional de los diferentes usos es menor del 4 por ciento. En este caso comparto lo mencionado por el doctor Mockus, de promover campañas éticas y culturales de ahorro del agua sin abusar de los incentivos económicos. Entonces, si existe una tendencia de disminución del consumo, surge la pregunta: ¿Cuáles son los beneficios reales de esta medida transitoria?

Control de pérdidas sin cobro adicional

El estudio, elaborado en el año 2007 por la CRA con la firma Concol S.A., sobre el impacto regulatorio de los servicios de acueducto y alcantarillado durante el periodo 1997 a 2005, determinó que el índice promedio de agua no contabilizada de las empresas analizadas (ANC, pérdidas en la red o que no se cobran) pasó del 40 por ciento en 1996 al 49 por ciento en 2005.

Asimismo, que para vender un metro cúbico de agua es necesario producir dos (con sobredimensionamiento de los sistemas); se pierden (si reducen las pérdidas hasta un 30 por ciento de acuerdo con la regulación actual), 700 millones de metros cúbicos de agua potable al año a un costo estimado de 600 millones de dólares; con los precios de la resolución superaría los 1.800 millones de dólares al año. El costo de oportunidad económico y social es alto; la recuperación del ANC de las empresas sería relevante,para este sector, con un aumento de la oferta de agua potable del 19 por ciento, pero sin subir los precios a los usuarios.

La medida planteada por la CRA parece marginal para solucionar el problema de sequía, pero puede afectar la estabilidad regulatoria, distorsionar los precios, aumentar los ingresos a las empresas con altos precios para los usuarios de agua potable.

La resolución no toma en cuenta los beneficios de la recuperación de las pérdidas de agua no contabilizada (ANC) de las empresas operadoras. Esta medida puede desviar las soluciones urgentes y de fondo que requiere el manejo integral y sostenible de la oferta y demanda del agua, para los diferentes usos, y garantizar este recurso al consumo humano.

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El crecimiento de las ciudades sin planificación modifica por completo el ciclo del agua.  ¿Cómo podemos incorporar el agua en las dinámicas de la ciudad?  ¿Conoces a las ciudades esponja?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia