Fuente: Yahoo México Noticias

México, 16 Mar. (Notimex).- Para evitar la extinción humana es necesario el establecimiento de un sistema económico y social de decrecimiento por ser una vía esperanzadora, afirmó el economista francés Serge Latouche.

Al dictar una conferencia magistral en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) postuló como necesario un cambio en la manera de producción, consumo y distribución, que considere la huella ecológica sostenible y una relación equitativa en el reparto de la riqueza.

Señaló que bajo la concepción de una economía de crecimiento basada en un sistema productivista conducido por la codicia, la acumulación de la riqueza y la apropiación de los bienes comunesû se considera que es posible seguir depredando la naturaleza hasta el infinito.

Sin embargo, abundó en un comunicado, en realidad la humanidad ha sobrepasado la capacidad de regeneración de la naturaleza en 50 por ciento.

En la casa Rafael Galván de la UAM, Latouche subrayó que con esta dinámica los humanos han llegado al punto impostergable de cambiar su relación con el entorno, para lograr sobrevivir y terminar con la tendencia de autodestrucción.

Si todos los países del mundo vivieran como Estados Unidos, serían necesarios seis planetas, en el caso de Francia tres, y de México dos, ejemplificó.

Ello, expuso, considerando que la huella ecológica sostenible ûzona de tierra y de agua necesaria para producir los recursos adecuados para mantener una población humanaû para cada individuo que vive en el orbe es de 1.8 hectáreas.

Bajo esta perspectiva Francia debería reducir su consumo 75 por ciento y México 40 por ciento, ya que en este último caso se consumen 3.8 hectáreas por persona.

El investigador aclaró: ‘no propongo regresar a la época de las cavernas, sino volver al momento ûla década de los 60û en el que la huella ecológica sostenible fue sobrepasada’, para recomponer la situación.

Latouche destacó que consumir menos significa hacerlo en forma diferente, por ejemplo productos locales para disminuir la energía gastada en la transportación de mercancías venidas de lejos, reciclar productos y construir con perspectivas bioclimáticas.

Añadió que el ‘fantástico delirio’ del crecimiento ilimitado, que ha funcionado con tres motores: la publicidad, el crédito y la propaganda ha muerto a partir de 1975 porque el petróleo, uno de los recursos exógenos que lo sostuvo, se extingue.