Los más valientes se atrevieron a pernoctar en la zona, otros no dudaron en madrugar para evitar los atascos en la carretera y los más rezagados se tuvieron que armar de valor para caminar algunos kilómetros en busca de las zonas con más espesor de nieve, porque a las 10.30 de la mañana la Guardia Civil decidió ayer cerrar el acceso al Pico de las Nieves, a la altura del cruce de Los Llanos de la Pez, ante la presencia de hielo en algunos tramos de la carretera y la previsión de afluencia masiva de visitantes.

Hasta cinco centímetros de espesor en algunas zonas llegó a alcanzar la capa de nieve que se formó después de que el miércoles por la tarde-noche comenzara a nevar en el Pico de las Nieves, máxima altura de Gran Canaria, cuya cota sobre el nivel del mar alcanza los 1.949 metros. Ha sido la mayor nevada registrada en la Isla desde 2005. Las temperaturas en la zona bajaron hasta los seis grados bajo cero a las siete y media de la tarde y ayer se rozaba, a primera hora de la mañana, los cero grados. Como contraste, en la capital grancanaria, y también en el sur de la Isla, se podía disfrutar de un soleado día de playa. Desde Las Canteras se apreciaba la nieve en algunas zonas de las montañas más cercanas y en la capital grancanaria se registró ayer 12 grados de mínima, al igual que ocurría en Maspalomas.

Asistencias. La presencia en la zona cumbrera grancanaria de fuerzas de seguridad, como Guardia Civil y miembros de las cuadrillas de Medio Ambiente del Cabildo insular, fue reforzadas ante la previsión de asistencia masiva de público y los posibles problemas que ocasiona el hielo en estas situaciones, ya que los coches carecen de cadenas y, en muchas ocasiones, los conductores se aventuran y no son conscientes de lo peligroso que resulta conducir por zonas con riesgo de helada.

A primera hora de la mañana, con la llegada de los curiosos más madrugadores, se tomó la decisión de cerrar el cruce de Los Marteles, y a las 10.30, la Guardia Civil trasladó el corte hacia el cruce de los Llanos de la Pez, donde al mediodía era casi imposible aparcar. Por la tarde, se esperaba una mayor presencia de visitantes así como el fin de semana, aunque el sol se encargó ya ayer de ir borrando el rastro de la nieve.