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La Cuenca Alta del río Nazas en riesgo por falta de dinero

03 mayo 2011

* Miembros del Consejo aseguran que en 2010 sólo lograron reunir 554 mil pesos para la conservación, insisten en que todos deben participar.

03 de mayo de 2011
Fuente: Milenio

 

Se construyen diques para evitar que el agua termine de deforestar la zona natural en la Cuenca Alta del ríoNazas.
Foto:Especial

 

Torreón .- Pensar en solucionar la escasez de agua en La Laguna es volver a la mente los costosos filtros anti-arsénico, la utópica recarga del acuífero o la instalación de plantas para potabilizar el agua del río, pero jamás se atendería un asunto que es más primordial: la conservación de la principal fábrica del agua: la Cuenca alta del río Nazas.

Por eso, mayor reconocimiento ha significado para un grupo de investigadores el darse a la tarea de ir a cuidar, mediante el Proyecto Irritila, lo que hace posible la productividad, la economía y la vida de esta región de más de 2 millones de habitantes en 16 municipios que la conforman, sobre todo cuando pocos saben de su existencia y lo que representa si un día se destruye.

Las mediciones, aunque inexactas, están ahí y dictan que de mil 100 millones de metros cúbicos que se liberan cada año del Sistema de Presas (Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco) para conducirlos por el río Nazas y ahí a las parcelas agrícolas, únicamente poco más de 500 millones logran infiltrarse al subsuelo y contribuir a una recarga.

Sin embargo, esto sirve de poco cuando según estadísticas vertidas por la propia Comisión Nacional del Agua, cada año se extraen del subsuelo más de mil millones metros cúbicos a través de norias para atender las actividades industriales, agrícolas, servicios o para uso doméstico, representando un déficit de más del 50 por ciento de lo que según los estudios se inyecta.

Por ello, para Juan Guillermo Martínez, Roberto Muñoz y Daniel Prado, quienes son Presidente, Tesorero y Gerente Operativo del Consejo de la Comisión de Cuenca Alta del Nazas, la principal tarea de su responsabilidad desde su fundación en diciembre de 2009, ha sido el diseñar un proyecto sustentado en estudios científicos que permita convencer a instituciones, empresas y usuarios del agua “acá en la parte baja” de lo importante que es cuidar “arriba” que es donde se fabrica el agua y actuar en consecuencia aportando los recursos necesarios para reforestar y evitar el azolve del vaso de la presa El Palmito.

De acuerdo a este plan, es necesario que todos los usuarios de esta parte baja y media, ya sean empresarios, industriales, prestadores de servicios y mismos consumidores domésticos sean copartícipes y aporten lo que les corresponde, a fin de dar mantenimiento y conservación a una cuenca que está en constante deterioro de su bosque para que siga siendo fuente proveedora de agua y captura de carbono.

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Explican que en la pasada Cumbre Climática COP 16, celebrada en Cancún, su proyecto fue comparado únicamente con uno que se ejerce en Australia, ganando el respeto de los presentes, al considerar los datos que aporta sobre sus antecedentes de deterioro y las alternativas que ofrece para frenar un mayor desgaste de sus ríos aportantes, como son el Sextin, Oro, Ramos, Potrillos, Tepehuanes y Santiago, que en conjunto tienen una extensión de 18 mil 321 kilómetros cuadrados y que pertenecen a los municipios de San Bernardo, Guanaceví, Indé, El Oro, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, Nuevo Ideal, Canatlán, San Dimas y Durango.

Apoyados principalmente por la Comisión Nacional Forestal (la Conafor), al incluirlos en un Fondo Concurrente de 10 millones de pesos a cinco años y bajo el compromiso de ayudarles hasta con 2 millones de pesos anuales, condicionados a la aportación de su parte de una cifra similar, dicen que su tarea no ha sido fácil, ya que en 2010 lograron únicamente reunir 554 mil pesos, provenientes de organismos empresariales como Coparmex, módulos de riego de uso agrícola y otros donadores.

Sin embargo, eso sirvió al menos para obtener un monto igual del Gobierno Federal y con ello contratar servicios de los pobladores de 4 de los 14 ejidos del municipio de Santiago Papasquiaro, quienes trabajan en el Plan de Manejo de la conservación que incluye, la construcción de presas filtrantes, lo mismo que Gabiones, que es un cordonamiento con madera muerta para detener que el suelo se vaya hacia el vaso de la presa y provoque con ello el azolve.

Hace falta dinero y más conciencia.

Concientizar a la sociedad, el gran reto

Tras detallar la importancia de cuidar la Cuenca Alta, los impulsores y quienes promueven el Proyecto Irritila, defienden que más que fijar mecanismos de obligatoriedad entre los usuarios para resarcir los daños y trabajar en su conservación, es más importante llegar a la conciencia de todos, incluyendo niños y hasta llegar a los principales consumidores, que son los agricultores.

Juan Guillermo Martínez, investigador del INIFAP y Presidente del Consejo de Cuenca Alta, sostiene que están conscientes que hace falta un mayor involucramiento de los módulos de riego, ya que se enfrentan ante la negación de algunos que operan en el Distrito de Riego 017 para aportar cuotas que ayuden a esta conservación de la principal Cuenca y de la que ellos dependen, mientras que otros ven con recelo el manejo de los recursos y piden espacios en el Consejo o bien que sean sujetos a una auditoría los trabajos que ejecutan.

Sin embargo, explica que los recursos que se obtienen de donaciones van directamente a una cuenta del Fondo Forestal Mexicano y éste tiene a su vez una Subcuenta del Proyecto Irritila, donde por cada peso que se deposita, ellos a través de Conafor aportan otro y toda erogación que se realiza, debe estar sustentada en el Plan de Manejo que se les aprobó, extiendo toda una transparencia en su operación.

De igual manera, dicen que hace falta una mayor difusión de sus actividades, para lo cual se apoyan en la Universidad Autónoma de Coahuila a través de la Facultad de Ciencias Políticas.