Guadalajara, Jalisco.- El diputado federal Salvador Caro Cabrera exhibió al director general de la Comisón Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, al solicitarle durante la comparecencia ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Unión, mostrara los permisos municipales para la construcción de la presa El Zapotillo, que reconoció no tenerlos. “Si tengo que escoger entre millones de personas o un jalisciense que tenga la razón, yo siempre voy a estar de lado del jalisciense”, dijo el legislador priísta por Jalisco.

Sobre Luege Tamargo expresó su opinión: “Es que no debe volver a ver políticos al frente de la Conagua” porque sólo ven por sus intereses políticos y no por las necesidades de los habitantes.

José Luis LuegeTamargo compareció ante diputados integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Unión y ahí, en un momento dado, fue requerido por el diputado federal por Jalisco, Salvador Caro Cabrera, a que pusiera a la vista los permisos de índole municipal para la construcción de la presa que con sus aguas cubrirá Ocosingo, Palmarejo y Temacapulin.

LuegeTamargo no pudo demostrar dichos consentimientos y presentó unas copias de permisos federales.

Tras señalar el hecho, Caro Cabrera explicó: “En este contexto de corrupción que vivimos en México, las presas representan un gran negocio y por eso subsisten en la forma en qué se hacen”.

Caro Cabrera explicó que en el presente ya no se construyen presas de este tipo ni en Europa, ni en Canadá ni en Estados Unidos, porque se hicieron durante los cincuentas.

La forma de retener agua en la actualidad, salvo en países democráticos, puntualizó, “se hace con esquemas más amables con el ambiente y que no pretenden tener nunca grandes dimensiones, las empresas europeas usan esas viejas tecnología en América Latina porque vienen a ganar dinero fácil y a corromper a la clase política”.

Externó que: en este caso concreto (El Zapotillo) no hay proyecto, no se cuenta con un estudio completo, no han podido justificar, y sobre todo, cómo cumplir con los decretos que sustentan esto, son decretos de 1997 donde se habla de nueve mil 600 metros y hacen obras que no llegan ni siquiera a la mitad a pesar de las pretensiones.

Recalcó que “no hay un solo lugar en México donde se haya removido un templo de las características de Temaca y se haya logrado reubicar exitosamente en otro lugar, no hay otra obra de ese tipo, por qué nos engañan y nos dicen mentiras”.

Invitó a los funcionarios de Conagua a reunirse con los habitantes afectados de Temacapullin, con los gastos costeados a cuenta del legislador Caro Cabrera.