El huracán Irene azotó el lunes Puerto Rico con vientos y lluvias torrenciales, afectando el suministro eléctrico y derribando árboles mientras se dirigía hacia el oeste por un camino que podría amenazar a Florida hacia el fin de semana.

Medios locales en el territorio estadounidense del Caribe informaron que cerca de 600 personas se refugiaron en albergues y el suministro de electricidad fue interrumpido en la mitad de la isla, incluida la capital San Juan, lo que perjudicó a unas 800.000 personas.

Muchos árboles fueron derribados, los ríos se desbordaron y las carreteras costeras quedaron inundadas. Pero no hubo reportes inmediatos de muertos o heridos graves.

El gobernador Luis Fortuno dijo que el área más afectada fue la costa oriental, desde Fajardo hasta Yabucoa, y que había pedido al Gobierno de Estados Unidos declarar a Puerto Rico zona de desastre para poder acceder a fondos de emergencia.

“Esto se convirtió en un huracán en cuestión de 24 horas y cruzó toda la isla”, indicó Fortuno. “Esto demuestra que tenemos que estar preparados para cuando estos sistemas se acercan”, manifestó.

Según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, Irene presentaba vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora mientras se esperaba que pasara por el norte de la isla La Española que comparten República Dominicana y Haití.

El ciclón estaba localizado a unos 115 kilómetros de Punta Cana, en República Dominicana, y se dirigía al sureste de las Bahamas.

El lunes a mediodía, las lluvias y vientos ya habían amainado en San Juan y está previsto que las autoridades reabran el aeropuerto.

Irene, el primer huracán de lo que ha sido una ajetreada pero no destructiva temporada del Atlántico 2011 a la fecha, se alcanzó Puerto Rico temprano el lunes.

POSIBLE A CATEGORIA 3

El pronóstico general del CNH indica que el huracán se acercaría al sur de Florida por la noche del jueves y el viernes temprano después de pasar sobre las Islas Turcos y Caicos y las Bahamas.

La mayoría de los modelos computarizados muestran a Irene oscilando en paralelo a la costa este de Florida y es posible que toque tierra eventualmente en la costa de Georgia o Carolina del Sur en Estados Unidos el sábado temprano.

Las predicciones de velocidad de vientos del CNH indican que Irene, actualmente un huracán categoría 1 en la escala de intensidad de cinco niveles Saffir-Simpson, podría alcanzar el escalón 3 hacia el fin de semana.

Puerto Rico levantó el domingo una prohibición sobre la actividad comercial, permitiendo que las tiendas abrieran para que los residentes pudieran abastecerse de alimentos enlatados, agua y otros suministros de primera necesidad.

Los precios quedaron estabilizados y se detuvieron las ventas de alcohol hasta que el huracán se retire del todo.

Escuelas y oficinas gubernamentales estaban cerradas el lunes en el territorio estadounidense de 3,9 millones de personas.

Fortuno volvió apresuradamente a Puerto Rico el domingo desde Carolina del Norte, donde fue nombrado presidente de la Asociación de Gobernadores del Sur. Expresó su preocupación de que la ruta poco predecible de Irene lleve a las personas a ignorar su potencial destructor.

En República Dominicana, las autoridades advirtieron de olas de hasta 4,5 metros de altura. Semanas de fuertes lluvias ya han causado inundaciones mortales en el país y funcionarios dijeron que podrían emitir órdenes de evacuación para áreas vulnerables el lunes.

A los residentes del sureste de Estados Unidos se les instó a monitorear el progreso de Irene mientras la tormenta se dirigía a sus sectores.

(Reporte de Reuters en San Juan; Reporte adicional de Tom Brown y Jane Sutton en Miami y Manuel Jimenez en Santo Domingo; Escrito por Pascal Fletcher; Editado en español por Marion Giraldo)