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Durango: Poca agua almacenada

17 de octubre de 2011
Fuente: El Siglo de Durango
Nota de Juan M. Cárdenas 

Sequía. La presa Guadalupe Victoria es la que menos agua tiene de las que se ubican en el municipio de Durango; ayer fue reportada al 31 por ciento de su capacidad.

Durango enfrentará el invierno y el próximo estiaje con seis presas por debajo del 40 por ciento de su capacidad de almacenamiento; una de ellas está por secarse.

Además, el promedio general de llenado de las diez principales presas del estado es apenas superior al 59 por ciento.

La presa Santa Elena, ubicada en el municipio de Súchil, al sur de Durango, se encuentra en los niveles más críticos en comparación con las otras de la entidad. La dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) notificó ayer que ese vaso de almacenamiento tiene poco más del seis por ciento del agua que puede acumular, para abastecer a ese y otros municipios predominantemente agrícolas.

En el norte de la entidad las circunstancias son parecidas. La presa Villa Hidalgo registra un almacenamiento del 30 por ciento; números parecidos a los de las presas Guadalupe Victoria y Peña del Águila, ya del municipio de Durango.

En Canatlán, justo al centro del estado, la presa Caboraca reporta únicamente pérdidas por evaporación, situación que la mantiene al 34 por ciento de su capacidad. Casi el mismo porcentaje que tiene la Francisco Zarco, asentada en la Comarca Lagunera.

En esa misma región del estado se encuentra la presa Lázaro Cárdenas, la más grande de todo Durango, que abastece a las zonas agrícolas de La Laguna; al terminar la temporada de lluvias, fue reportada por la Conagua al 63 por ciento de su capacidad.

La presa con más agua es la Santiago Bayacora, cerca de la capital duranguense, que registra un almacenamiento del 75 por ciento.

De acuerdo a los pronósticos de la Conagua en Durango, las condiciones para que vuelvan a presentarse algunas lluvias se reducen durante el invierno a causa de la alta presión que generan los frentes fríos, por lo que las únicas probabilidades de que las presas vuelvan a captar agua será bajo los efectos de alguna tormenta invernal que genere precipitaciones extraordinarias.

Precisamente entre octubre del 2010 y marzo del 2011 comenzó a gestarse la sequía que afecta actualmente a Durango, la más severa en el último siglo, debido a que no hubo lluvia invernal; algo inédito en este estado. Por lo que las expectativas indican que se deberá enfrentar la temporada de estiaje, de abril a junio del próximo año, con aún menos agua de la que hay actualmente en las presas.