El acueducto Conejos-Médanos que ha sufrido diez rupturas y generado importantes afectaciones en colonias del norponiente de la ciudad desde su arranque, es una obra de infraestructura hidráulica que fue originalmente planeada desde finales de la década de los años 80.
Su construcción se justificó como una forma de contar con una fuente complementaria de agua potable para la ciudad en previsión del posible abatimiento del Bolsón del Hueco, que para ese entonces era la única fuente de dotación del vital líquido para los fronterizos.
Investigaciones hidrológicas efectuadas entre 1986 y hasta 1990 por parte de la Federación y del Estado, constataron que la calidad del agua existente en el Bolsón de Conejos-Médanos -conocido también como Bolsón de Mesilla- que se extiende hacia nuestro estado a 40 kilómetros al oeste de Juárez, era lo suficientemente aceptable para su explotación como fuente alterna de agua potable para la ciudad.
La justificación argüida por estudios de instancias federales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la explotación del nuevo acuífero se basan en aspectos como el crecimiento explosivo de la demanda de agua potable en la ciudad, aunado a la falta de tratamiento de las aguas residuales, lo que -aseguran- ha generado sobreexplotación y el presunto abatimiento futuro de las actuales reservas de agua.
El sistema del Bolsón del Hueco cuenta con 160 pozos profundos, con 30 puntos de rebombeo y 29 tanques de regularización que se encuentran diseminados en toda el área urbana de Ciudad Juárez y que hasta antes de la puesta en funcionamiento de Conejos Médanos también dotaba de vital líquido a las colonias del norponiente de Juárez.
Según destaca el estudio ‘Problemática del Agua y Crecimiento Urbano en Ciudad Juárez, Chihuahua’, elaborado por el profesor investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Jorge A. Salas-Plata Mendoza, la sobreexplotación del Bolsón del Hueco hacía conveniente poner a descansar 23 de sus pozos con la operación de 23 pozos profundos pertenecientes a Conejos-Médanos.
Los primeros pozos ubicados a unos 23 kilómetros de Ciudad Juárez fueron perforados por la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), pero luego la instancia federal hizo entrega formal de la maquinaria a la JMAS, la que procedió a excavar el resto. Todo ello durante la década de los 90.
La batería de pozos se mantuvo en reserva hasta que en octubre de 2007 se concretó la firma del contrato número 050-2007-JCAS-JMAS-INV-PRIVADA-01, entre la empresa Carso Infraestructura y Construcción (CICSA) con la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) y la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Juárez (JMAS), para realizar “la construcción, mantenimiento, conservación y operación del acueducto Conejos-Médanos”.
La obra se proyectó para una duración de dos años, al final de los cuales los pozos serían interconectados por 47.7 kilómetros de tubería a un conducto principal de acero inoxidable de 25.3 kilómetros de extensión y 1.06 metros, que llegaría hasta una estación de rebombeo ubicada en el kilómetro 14 de la carretera San Jerónimo-Santa Teresa.
La construcción de la obra hidráulica arrancó formalmente el viernes 23 de noviembre de 2007, y luego de cuatro meses de retraso con respecto al plazo proyectado, se inauguró finalmente el 27 de agosto de 2009.
El proyecto contempló la construcción de una subestación eléctrica que se ubicó a la altura del kilómetro 31 de la carretera a Casas Grandes, 4 kilómetros adentro del municipio de Ascensión.
Ubicada 10 kilómetros más hacia el norte y otros 6 kilómetros al oriente de esta subestación se ubicó la estación de rebombeo, de donde parte el distribuidor principal que cruza la carretera a San Jerónimo para continuar por debajo de un área de terracería en el desierto y en la sierra, hasta llegar a Ciudad Juárez por un costado del Camino Real.
Con una velocidad de extracción de mil 50 litros por segundo, el vital líquido se conduce a lo largo de estos seis kilómetros de tubería hasta los tres tanques de recepción también denominados tanques de entrega, ubicados en las afueras de la zona poniente de la ciudad a una elevación de mil 320 metros sobre el nivel del mar y que cuentan con una capacidad de 5 mil metros cúbicos cada uno, cuya operación está bajo la responsabilidad de Grupo Carso.
A partir de estos tanques, el agua es enviada por gravedad a través de una red de interconexión construida en el norponiente de Juárez por la JMAS de manera simultánea a las obras de Carso, según detalla la ficha informativa de proyectos HC0848-3 del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
A través de esta red el vital líquido es llevado a los tanques de distribución que anteriormente eran abastecidos por rebombeo por el Sistema del Bolsón del Hueco.
Desde entonces la infraestructura principalmente asentada en los terrenos de colonias del norponiente de la ciudad como Tarahumara, Gustavo Díaz Ordaz, Plutarco Elías Calles, y Ampliación Plutarco Elías Calles, entre otras, ha registrado un total de diez rupturas que han significado la pérdida de miles de litros de agua y generado serias afectaciones a la infraestructura hidráulica y a las propiedades de habitantes de las citadas colonias.
Debido a ello la JMAS ha tenido que invertir por su cuenta y mientras se determina a quien se atribuye la responsabilidad de las afectaciones, un total de 6 millones 15 mil 396.87 pesos, en labores de reparación que incluyen la sustitución del material y el pago de las horas hombre requerida.
El monto más alto por este concepto corresponde a las afectaciones generadas el pasado mes de marzo en el punto de ruptura ubicado en las calles General Treviño e Islas Filipinas, de la colonia Plutarco Elías Calles, según reportes del área técnica de la JMAS.
De acuerdo a dicho documento allí se requirió una inversión de dos millones 160 mil 338.83 pesos, en tanto que en las afectaciones que ocurrieron por la ruptura del tubo ubicado en la conjunción de las calles Ajusco y Del Arenal, de la colonia Gustavo Díaz Ordaz, hubo necesidad de cubrir gastos por un total de un millón 249 mil 801.30 pesos.
En el resto de los puntos de ruptura, las inversiones por concepto de reparación que ha tenido que llevar a cabo la JMAS fluctúan entre los 209 mil 511.57 y los 723 mil 638.04 pesos, inversión menor y mayor después de las citadas, que corresponden respectivamente a los puntos de ruptura ubicados en los cruces de las calles Tulancingo y Almoloya, de la colonia Gustavo Díaz Ordaz, y Taltoyuca y Hawaii, de la colonia Plutarco Elías Calles.






