Sufren proceso de desertificación 2 mil hectáreas de Jalisco

21 junio 2013

 

“El suelo que respira tiene que intercambiar gases, cuando se compacta el suelo, quiere decir que hay una eliminación de los espacios porosos, por donde pudiera haber intercambio de gases o el aire”.

 

Manifestó que esta desertificación “es la que más preocupa, porque atenta contra la producción de alimentos”.

El también doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, mencionó que una cuarta parte del territorio jalisciense “es suelo agrícola, es decir, cerca de dos millones de hectáreas”.

“En términos porcentuales es muy bajo el número de hectáreas que sufren degradación, pero al relacionar la información que indica la capacidad del estado de producir hasta ocho toneladas de maíz por hectárea, y la extensión de terreno afectado, el resultado es que son hasta 16 mil toneladas de maíz, las que se dejan de producir al año”.

Expresó que las pérdidas serían de 32 millones de pesos cada año, aproximadamente, “cantidad que en un momento dado, se tiene que invertir para compensar ese daño”.

Precisó que la acidificación extrema, compactación, salinización, pérdida de material orgánico y erosión, son las formas en que se presentan los procesos de degradación del suelo.

“El suelo que respira tiene que intercambiar gases, cuando se compacta el suelo, quiere decir que hay una eliminación de los espacios porosos, por donde pudiera haber intercambio de gases o el aire”, comentó.

Detalló que la compactación tiene lugar por una carga excesiva de organismos que pisan el suelo, “por ejemplo, el ganado vacuno 500 o 700 kilos en cuatro pezuñas es excesivo, y también los incendios compactan el suelo”.

Explicó que la degradación química de los suelos tiene dos componentes: “cuando hay una acidificación muy extrema, que en Jalisco tiene lugar por el uso de fertilizantes químicos nitrogenados, éstos acidifican el suelo y empiezan a perder su capacidad de producción de biomasa”.

Señaló que en el otro extremo está la salinidad: que se da cuando empieza a haber una gran acumulación de sales, “esto, por lo general, tiene sus causas en un mal manejo del agua y del suelo, en muchos lugares, se riega con agua que no tiene una calidad deseable o hay exceso del vital líquido”.

En cuanto a la erosión, comentó que se trata de un proceso de remoción del suelo, “por efecto de la lluvia o aire, el suelo se escurre o vuela a otro lugar, ese suelo que se pierde va a parar a los cauces y, de ahí, al mar”.

Subrayó que la acidificación del suelo impacta a la Región Centro; “la Región Valles enfrenta el problema de pérdida acelerada de material orgánico del suelo; la compactación del suelo es propia de Los Altos; y la salinización puede identificarse en mayor proporción en La Ciénega, pero hay erosión distribuida en todo el estado”.

Resaltó que la desertificación puede revertirse, porque ya hay tecnologías de conservación y restauración de suelo, “en términos generales, puede lograrse en un periodo de 15 años”.

“De manera natural, un suelo que ha sido degradado severamente, tarda alrededor de 200 años en recuperarse, para tener una capacidad óptima de producción de biomasa”, apuntó.


20 de junio de 2013
Fuente: El Periódico de México

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