‘Brincan‘ a Tamaulipas
21 enero 2014 La entrega de la autorización se dio sin decir "agua va" en un evento donde el funcionario federal, David Korenfeld Federman, director de la Comisión Nacional del Agua, Conagua, demostró que al igual que muchos de los miembros del equipo de Enrique Peña Nieto, no tienen ni la más remota idea de cómo funcionan las entidades federativas, sus necesidades y los efectos que esta decisión tendrá en la vida de miles de familias situadas en Tamaulipas, Veracruz e incluso en San Luis Potosí.
Muy orondo se observa al funcionario federal diciendo que el documento que entregaría a Rodrigo Medina gobernador de Nuevo León, "ni siquiera éste estaba enterado de que lo iba a recibir", resulta que es el permiso de construcción de la obra Monterrey IV, con la que se autoriza licitar la instalación de la tubería que llevará agua de Tamaulipas y Veracruz a la entidad neolonesa.
Los tamaulipecos vemos como se repite la historia cuando la construcción de la presa El Cuchillo, que dejó sin agua a los productores del norte de Tamaulipas para llevarla a los industriales de Nuevo León.
Los Estados afectados por Monterrey IV, Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí, no han dicho nada respecto a los efectos que tendrá en el medio ambiente y por ende, en la vida de los habitantes de esa región que el río Pánuco disminuya su nivel cuando empiece a bombearse líquido hacia el norte del país.
Hasta ahora Conagua, no ha dado a conocer el impacto ambiental de la obra, no sólo por el desvío de agua, sino por las obras en sí, que prácticamente el 100\% se harán en territorio tamaulipeco.
Por lo que vemos el gobierno federal le sigue apostando al desastre, ahora ecológico, sin dar explicaciones aprobaron lo que tendrá serias repercusiones en Tamaulipas, con efectos nocivos en el sistema lagunario que evita mayores inundaciones en la zona conurbada, la desaparición de estos mantos acuíferos representará problemas graves para los tamaulipecos.
Y de esto no hablan nuestros diputados federales ni locales, ni los alcaldes de las ciudades afectadas por el proyecto Monterrey IV, me atrevo a decir incluso, que algunos de ellos ni siquiera están enterados del mismo. Ninguno ha alzado la voz para defender a Tamaulipas, a que sus habitantes conozcan en qué consiste el proyecto, nadie, de ningún nivel de gobierno se ha acercado a los ciudadanos a darles una explicación.
El gobierno federal continúa apapachando a los industriales, mientras que los productores del campo y los pescadores son dejados sin protección.
Lo que más llama la atención es el silencio con que se hacen las negociaciones, la forma casi como si fuera un ladrón, en que el titular de Conagua entrega el permiso al gobernador Medina, como sacándoselo de la manga.
¿Ese funcionario piensa que los ciudadanos somos estúpidos? Su comportamiento deja mucho qué desear y muestra la falta de ética de la Conagua.
Los neoloneses por su parte, siguen haciendo estragos, están arrasando con los mantos acuíferos de sus alrededores, habría que poner un alto al crecimiento desmesurado de las ciudades de esa entidad y exigirles mayor control en el uso del agua, porque de no ser así, años más tarde los veremos queriendo extraer líquido del río Usumacinta que se localiza entre México y Guatemala.
La llegada del PRI al gobierno federal, de nueva cuenta afecta gravemente a Tamaulipas, ya ocurrió con Carlos Salinas de Gortari y su presa El Cuchillo, ahora Enrique Peña Nieto con su Monterrey IV.