Ríos de Morelia, vertedero de basura y aguas negras

13 mayo 2014

Morelia, Michoacán.- Los ríos Grande y Chiquito hoy en día cruzan la mancha urbana moreliana y hace más de cinco décadas, cuando prácticamente rodeaban la ciudad, por estos fluían aguas cristalinas donde incluso se podía pescar. El panorama es opuesto en la actualidad, donde niveles de hasta 50 veces sobre lo permisible en contaminación de agua se detectan en estos cauces y pese al tratamiento de estas aguas, su limpieza no es total y continúa siendo perjudicial incluso para el cultivo.

Los tramos de estos afluentes que cruzan los asentamientos que componen la capital michoacana han sido modificados en su totalidad ante el avance del desarrollo urbano. Catorce drenes y canales nutren estos ríos de agua, pero también de contaminantes diversos. Anualmente cerca de 632 toneladas de basura son extraídas de ambos caudales a modo de prevención de las inundaciones, pero además agentes químicos y descargas de aguas residuales se suman a los agentes que convierten estos ríos, en una sección más del drenaje.

Los ríos

El Río Grande, que tiene su origen en la Presa de Cointzio, cuenta con una longitud de 40 kilómetros por el municipio de Morelia, tiene una capacidad variable, que va desde los cerca de 30 metros cúbicos por segundo, en su primer tramo fuera de los linderos suroeste de la capital michoacana y de hasta 150 metros cúbicos por segundo en su parte más baja, que es en la zona noreste de la ciudad.

El Río Chiquito alcanza los 25 kilómetros de longitud y se origina en los montes de La Lobera y La Lechuguilla e ingresa a la mancha urbana moreliana por el sureste en los Filtros Viejos, su cauce prosigue por la Avenida Solidaridad hasta conjuntarse con el Rio Grande, en la colonia Las Margaritas.

12 de mayo de 2014
Fuente: Cambio de Michoacán
Nota de José Antonio Castro