Comentó que el problema tiene su origen en el agotamiento de los recursos hídricos y su contaminación, el crecimiento urbano explosivo y anárquico y la ausencia de un sistema organizado de tratamiento de aguas residuales en toda la región centro-norte del país.

"La disponibilidad de agua es cada vez menor, sobre todo porque cada vez somos más habitantes y aunque crecemos en un ritmo menor al de años anteriores, la disponibilidad del agua será menor por habitante de aquí al 2030", sostuvo.

Aunado a lo anterior, destacó que 60 por ciento del agua es utilizada para riego de una manera poco provechosa, y la infraestructura de la red de distribución en la zona metropolitana de Aguascalientes, que es antigua y obsoleta, provoca que haya hasta 60 por ciento de fugas del líquido. "Son necesarias inversiones en infraestructura y cambios tecnológicos en la red de distribución, construcción de sistemas de tratamiento de aguas residuales y políticas adecuadas para lograr una gestión eficiente", apuntó.

Aguilar Jiménez dijo que en relación con los problemas del agua, todos los funcionarios y políticos se lavan las manos, pues "el problema viene de décadas atrás, y todo el sistema en la región está colapsado".

Reconoció que hay un divorcio de años atrás entre los especialistas y los funcionarios, porque "muchos no aceptan nuestras recomendaciones, ya sea por intereses económicos o políticos, intereses que son impuestos por encima de los beneficios de la población. El agua está contaminada, pero ¿quiénes son los responsables? ¿Quiénes están detenidos? ¿Cuántos están consignados? Ninguno. Así es que hay que aplicar la ley, si no, nos vamos a ir al caos".

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CNA), México tiene el problema encima. Su plazo no es de 30 años, sino la mitad. Se calcula que en 15 años este país enfrentará una situación crítica de seguir con la tendencia actual en consumo de agua y crecimiento poblacional.

El desperdicio, la falta de pago por el servicio; la contaminación del recurso y el mal manejo que se le ha dado, además del crecimiento poblacional, han dado lugar a que, en 50 años, México se encuentre entre los países con disponibilidad promedio baja.

Lo cierto es que "la crisis del agua" ya nos alcanzó. Más de 60 años de explotar mantos subterráneos ya tiene sus consecuencias: en aquel entonces, se perforaba a 30 metros para extraer el vital líquido. Ahora es necesario perforar pozos de hasta 400 metros de profundidad.

Reveló que los mexicanos pagamos en agua 16 mil millones de pesos al año, cifra insuficiente para financiar al sector, mientras que por consumo de refrescos pagamos 153 mil millones de pesos

El agua de México se está acabando por varios factores, afirman expertos: la naturaleza está dejando de producirla por la deforestación. La infiltración también ha venido a menos y hay una elevada evapotranspiración.

Existe ineficiencia en el uso por fugas en la red, baja tecnificación agrícola, tratamiento limitado, poco reuso y nula recolección pluvial. Los mexicanos poseemos una cultura de ahorro incipiente por tarifas inadecuadas y la politización del recurso, finalizó.

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