Científicos federales a cargo de la investigación dijeron que semejante pérdida tendría efectos profundos en los mamíferos que dependen del hielo marino, como los osos polares, considerados en la actualidad una especie en peligro debido a los cambios en el hábitat, atribuibles al recalentamiento global.

El fenómeno amenazaría también las ganancias de los pescadores.

En la década de los 80, el hielo marino retrocedía entre 48 y 80 kilómetros cada verano en la costa septentrional, señaló James Overland, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

"Ahora hablamos de entre 482 y 804 kilómetros al norte de Alaska", añadió el oceanógrafo, respecto de las predicciones para el 2050.

Ello rebasaría con mucho los límites de las ricas aguas localizadas sobre la placa continental, cuya profundidad es relativamente baja. La zona es considerada un hábitat importante para los osos polares y las focas que representan su presa principal, así como para otros mamíferos que dependen del hielo, como la morsa.

Los investigadores revisaron 20 escenarios generados por computadora, sobre los efectos del recalentamiento en el hielo marino. Esa información fue utilizada por el Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático, en un reporte emitido este año.