Bosques, contaminación del aire y calidad del agua
06 noviembre 2007Influencia sobre la salud en las cabeceras fluviales del «Triángulo Negro» de Europa central
J. Krecek yZ. Horicka
Unasylva 224, Vol. 57, 2006
Fuente: FAO
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/009/a0789s/a0789s11.pdf
Los bosques y las prácticas forestales en las cuencas de montaña pueden moderar los efectos de la lluvia ácida sobre la calidad del agua, que es esencial para la saludo humana.
El agua es esencial para la salud y el desarrollo humanos. El acceso a agua potable es un derecho humano básico y un componente de una política efectiva de protección de la salud. La ordenación de los recursos hídricos es un aspecto integrante del cuidado de la calidad del agua. La prevención de la contaminación microbiana y química del agua de manantial es el primer paso para prevenir la contaminación del agua de consumo público. Una contaminación en la captación condicionará la calidad del agua más abajo. Por consiguiente, la influencia del uso de la tierra sobre la calidad del agua se debe estudiar como parte de la ordenación de los recursos hídricos (OMS, 2004).
A escala mundial, las cabeceras fluviales –los pequeños arroyos que son las fuentes de un río en sus tramos más altos– tienen una estrecha relación con la seguridad medioambiental y con las oportunidades humanas de vivir en un entorno sano. En el ciclo del agua, la cabecera fluvial es la zona de recarga. Los cambios negativos en los sistemas de las cabeceras pueden repercutir sobreuna extensa superficie hasta incluir regiones distantes aguas abajo (Krecek y Haigh, 2006).