El desfogue de Peñitas fue “cuidadoso y responsable”

07 noviembre 2007

fCiudad de México (07 de noviembre de 2007).- La descarga de agua de la presa Peñitas contribuyó con sólo tres por ciento del volumen total (tres centímetros) de la inundación en Tabasco, por lo que no fue determinante en la tragedia que vive la entidad, determinó el Colegio de Ingenieros Civiles de México.

“Puede concluirse que gracias a contar con las cuatro presas que controlan el río Grijalva y a que la Comisión Federal de Electricidad llevó a cabo la operación cuidadosa y responsable de ellas, la inundación de la planicie costera de Tabasco no fue más grave”, señaló el estudio.

“Si la altura promedio de la lluvia fue de un metro, sólo tres centímetros fueron debidos a la descarga de la presa”, dice textualmente.

Además, la Comisión Nacional del Agua desvió 60 por ciento del escurrimiento del río Grijalva a través del Cauce de Alivio Samaria, antes de llegar a la ciudad, y con esta decisión, el caudal frente a Villahermosa se redujo a 40 por ciento, mitigando así la magnitud de la inundación de la capital tabasqueña.

El organismo, que agrupa a los ingenieros más prestigiados del país, señaló la urgencia de destinar mayores inversiones a la prevención de desastres por inundaciones, después de analizar la situación de emergencia que se registró en los ríos Pánuco y Tamesí en el sur de Tamaulipas y en el norte de Veracruz, y en años anteriores, en la costa de Chiapas y Acapulco, con el ciclón Paulina.

De acuerdo con el estudio, dado a conocer ayer, es conveniente impulsar una mayor inversión en proyectos de infraestructura en todo el territorio nacional y, en forma particular, en la región sur-sureste para prevenir desastres y contribuir al desarrollo económico, sostenido y equilibrado a largo plazo.

De las inundaciones, dijo haber obtenido información de la Comisión Federal de Electricidad respecto a la operación de las cuatro grandes presas de la región durante el periodo correspondiente a las inundaciones.

Del análisis de esa información, se concluye que gracias a la operación adecuada de La Angostura, Chicoasén y Malpaso se controló ciento por ciento las avenidas, lo que permitió que éstas no descargaran caudales hacia la presa Peñitas, “por lo cual puede afirmarse que la cuenca alta del río Grijalva no contribuyó a las inundaciones de la planicie costera”.

Sin recibir ningún caudal de Malpaso, llegaron hasta la presa Peñitas 3 mil 159 metros cúbicos por segundo, por lo que fue indispensable sacarle entre mil 500 y 2 mil metros cúbicos por segundo.

“La diferencia de mil 159 metros cúbicos por segundo fue controlada por la presa, lo que redujo el impacto de la avenida Aguas Abajo”.

Hizo notar que los caudales excedentes de la presa Peñitas lograron extraerse por el vertedor o una parte de éste y otra por las tuberías de las turbinas.

“Al ser indispensable extraerlos fue preferible sacar una parte por las turbinas, para aprovecharlos en la generación de energía, en vez de extraerlos por el vertedor, sin ningún provecho. El resultado en la planicie hubiera sido el mismo, independientemente de la forma de extraerlos”.

El colegio estimó en forma preliminar el volumen de lluvia que cayó en la región, al multiplicar la superficie inundada de más de 20 mil kilómetros cuadrados por la altura de lluvia de 100 centímetros, lo que conduce a un volumen de 20 mil millones de metros cúbicos.

Subrayó que en los tres días que duraron las lluvias torrenciales por el frente frío, el volumen extraído de la Presa Peñitas fue de 600 millones de metros cúbicos (3 por ciento, si se compara esta cantidad con los 20 mil millones de metros cúbicos de líquido que anegaron la entidad).

Por: Redacción

Fuente: Milenio

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