Claman por agua y medicamentos

03 diciembre 2007

Nacajuca, Tabasco (03 de diciembre de 2007).- Oxiacaque es una comunidad de Tabasco, pero no lo parece.

El Gobernador de Tabasco, Andrés Granier, de acuerdo con los habitantes, no se ha parado en este lugar desde que asumió el cargo.

Y cuando se convirtió en una de las zonas más devastadas, el mandatario estatal tampoco acudió.

Pero para los lugareños eso es lo de menos. Quiere que vayan a verlos con ayuda, no promesas.

"Mire, aquí llegó el agua, y nos da coraje que en zonas como Nacajuca, que no se fueron al agua, ya los hayan apoyado con dinero y despensas", lamenta Candelaria Reyes Hernández.

La señora, de 63 años, perdió sus muebles, su cocina y su lavadora. Dentro de su hogar, de tabicón y láminas, las moscas es lo único que se oye.

El piso es de lodo y todo está encima de todo.

"Ni para lavar, no tenemos jabón. No hay ingreso de dinero, mi negocio de empanadas se fue al río", narra.

La última vez que les trajeron despensa fue el domingo 25 de noviembre. Bueno, despensa es un decir, porque doña Candelaria comenta que sólo les dieron dos latas de atún y una de sardina.

"Lo que necesitamos es agua, estamos tomando agua de una lagunita que está pasando el puente, pero creo que nos está haciendo daño", advierte desesperada.

El doctor del pueblo, don Agustín de la Cruz, respalda la versión de la señora. "La gente está enferma, principalmente de diarrea. Hay fiebres, dolores de cabeza y muchas infecciones bucales, pero ya no tengo medicinas y las brigadas se detienen en Nacajuca", dice.

Esta comunidad, de unos mil habitantes regados en varias rancherías, está situada a 12 kilómetros de Nacajuca. Es el último poblado rumbo al norte. Si se pasa una laguna llamada Cantemural se llega al poblado costero de Vicente Guerrero.

Una vez en Nacajuca, se pasa por la comunidad de Guatacalca y después se ve Oxiacaque, donde se nota el abandono a primera vista.

La mayoría de los pobladores anda descalzos, y casi todos tienen a un enfermo en la hamaca.

"Mi niña tiene la boca llena de granos. Nos están diciendo que es el agua, pero uno ya no sabe, cuando fue la inundación vinieron médicos a decirnos que iban a traer medicamentos y también nos prometieron despensas y ayuda para levantar las casas. Seguimos esperando", dice doña Rafaela Sánchez.

La señora muestra con su dedo hasta dónde llegó el agua en su casa. "Nada pude sacar. Estamos en cero, y para colmo sin ayuda", expresa molesta.

Esta comunidad fue inundada por las corrientes del río Samaria, agua que procede del río Grijalva desde la Presa Peñitas.

En algunas viviendas el agua alcanzó desde medio metro de altura, hasta el metro y medio.

Hilda Maya, otra afectada, supone que toda la ayuda se queda en el municipio de Nacajuca.

"Me fui a quejar con el Presidente municipal y nos dijo que iba a enviar las despensas, pero él las recibe en cajas y nos las manda en bolsas con latas de atún y sopas instantáneas. No se vale, lo que hace falta, como agua, no la manda", refiere.

Los campesinos están preocupados. Silverio Reyes, de 57 años, y Domitilo Rodríguez, de 60, lamentan que por el momento no cuenten con el campo.

"Todo está podrido. Ningún maicito está de pie. Toda la inversión se fue al agua. Los animales se perdieron o se murieron. Y ni para levantar las casas, con qué material, ya no hay nada qué hacer", dice don Silverio

La Secretaría de Desarrollo Social no ha levantado el censo de casas afectadas, no ha repartido la ayuda para reponer los enseres domésticos, y las autoridades sanitarias ni han fumigado.

Y en el pueblo nadie sabe con quién acudir.

"Yo perdí 60 pesos, en un día, en ir a Villahermosa. Fui a la Quinta Grijalva, me dieron un papelito y luego fui a la Sedesol y me dieron otro papelito, como recibos donde venía mi nombre y todo para que me mandarán al municipio para ver cómo me ayudan. Nos están marginando", lamenta Daniel de la Cruz.

Ya es un mes de la inundación que azotó la mayor parte del estado. Pero aquí, sigue la contingencia.

Por: Benito Jiménez / enviado

Fuente: Reforma

Sitio web: http://www.reforma.com/estados/articulo/417/833183/