Perros, gatos y gallinas se adueñan del pueblo

18 diciembre 2007

Roberto Barboza
El Universal
Martes 18 de diciembre de 2007

EJIDO FELIPE GALVÁN, Tab.— Los perros, gatos, gallinas y cerdos se adueñaron de este poblado, que lucía fantasmal ante la evacuación de las viviendas —la mayoría con luces prendidas— por parte de sus propietarios.

Los animales domésticos se paseaban libremente, sólo con la compañía a distancia de un pelotón de elementos del Ejército mexicano, que vigilaba los dos accesos y algunos desperdigados a lo largo del camino y única calle que atraviesa todo el poblado.

Este lunes, algunos de sus 200 pobladores llegaron todavía a sacar pertenencias y a darle de comer a sus animales de corral y mascotas.

Para este martes, desde las 6.00 horas, se impondrá el “toque de queda” pues nadie más entrará al poblado, anunciaron las autoridades civiles y militares.

Al mediodía de este jueves, en esta comunidad rural de cerca de un centenar de viviendas, sólo prevalecían los ladridos, maullidos, cacareos y trinar de pájaros. Era una especie de reino animal.

Los habitantes de este ejido del municipio de Cunduacán, en riesgo de ser inundado por la corriente del río Samaria, emigraron rumbo al albergue en la cabecera municipal, o a casas de sus parientes y amistades en otras comunidades.

El comandante del 57 Batallón, Juan Bautista Pat Camal, responsable del auxilio y la seguridad en los sitios en riesgo de Cunduacán, informó que con los retenes establecidos en las entradas y salidas “difícilmente” entrarán otras personas a cometer algún tipo de delito en esas zonas.

‘Boby’, perro “bueno”, evacuado

Los primos Sergio García López y Ricardo Córdova García, quienes la noche del domingo aún durmieron en su domicilio de este ejido, sólo esperaban a su abuelito que llegara con el transporte para desocupar sus viviendas.

De sus dos perros, sólo irá con ellos su mascota Boby, pues “es bueno”, pero dejarán al Palomo, que es bravo y se le avalanza a la gente desconocida, por lo que no se lo pueden llevar a la casa del tío en donde pasarán la contingencia.

También se quedará sólo en la casa el gato Pancho, pues esos felinos domésticos no pueden estar en vivienda ajena, ya que está acostumbrado a moverse libremente, sin restricciones de ningún tipo.

Sergio y Ricardo, confían en que a sus mascotas no les pase nada, ya que en la pasada inundación allí la pasaron sin ningún problema, y creen que esta vez será igual.

Antes, su abuelo trasladó su hato de 25 reses a un potrero del poblado Reforma, a unos 40 kilómetros de esta comunidad.