Tras 20 meses de la nueva administración municipal, se han superado metas en el OPD-SAPASE, pero todavía hay “tortuguismo” del personal que está acostumbrado a no hacer nada, dijo.

“Tengo que evitar inercias y obstáculos”, comentó Cureño al anunciar que habrá un cambio radical en la organización y estructura del Organismo; “voy por un SAPASE nuevo, cueste lo que cueste”, sentenció.

Los gobiernos municipales del pasado ya le sacaron todo lo que pudieron a SAPASE, lo exprimieron. Es un organismo que no está funcionando como debería, “Es un SAPASE viejo que no hay ni quien lo compre”, subrayó.

La deuda pública que viene arrastrando desde 1991, año en que fue creado, asciende a más de dos mil 300 millones de pesos; de éstos, mil millones de pesos corresponden a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuya condonación aún no ha quedado en firme, a pesar de que SAPASE cumplió con el Programa de Devolución de Derechos (Prodder).

El municipio tiene zonas de alta marginación que por más de 10 o 20 años han vivido sin redes de agua ni drenaje, como la colonia La Laguna Chiconautla, en donde apenas el Gobierno federal aprobó una inversión de 25 millones de fondos federales para la introducción de la red del alcantarillado, en tanto que el Ayuntamiento invertirá otros 30 millones en esa misma obra.

La escasez de agua se vive todos los días, y las inundaciones han sido un problema de cada año. “La gente está hasta el gorro, porque gobiernos van, gobiernos vienen, y todo lo dejan igual”, apuntó el alcalde.