Pronostica el GDF problemas en esta temporada de lluvia

30 abril 2008

Fuente: La Jornada, 30 de abril 2008

■ Suspenden trabajos en el drenaje profundo

■ Pese a ello, la ciudad está mejor preparada para hacerles frente, señala el jefe de Gobierno

Ángel Bolaños y Josefina Quintero

El titular del Poder Ejecutivo del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, dio ayer el banderazo de salida a la Unidad Tormenta 2008 Foto: María Meléndrez

Al instalar el programa de atención a contingencias por lluvia Unidad Tormenta 2008, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, dijo que a partir de estos días la ciudad de México enfrentará una temporada de lluvias intensa, “con patrones de comportamiento distintos”, y aunque aseguró que la entidad está mejor preparada para hacerle frente, causará problemas como los que provocó la tromba del lunes pasado.

Dijo que este año se instalarán 90 campamentos –que corresponden a igual número de encharcamientos recurrentes en distintos puntos de la ciudad– con personal y equipo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Bomberos y de las 16 delegaciones, a fin de agilizar el tiempo de respuesta.

Información del Sistema Interinstitucional de Protección Civil –integrado por dependencias de la administración central, delegaciones políticas e instituciones académicas– reporta además 450 sitios de alto riesgo con 435 asentamientos, de los cuales 212 son por riesgo hidrometeorológico al estar en cauces, laderas y barrancas con una población de 36 mil 489 personas.

Por otra parte, el director general del SACM, Ramón Aguirre Díaz, informó que debido a la saturación de las lagunas de regulación con las recientes lluvias y el nivel que alcanzó el río de Los Remedios y el Gran Canal del Desagüe, debieron abrirse las compuertas del Emisor Central y sacar a los trabajadores que dan mantenimiento al túnel, a fin de liberar agua por dicho conducto.

Explicó que al momento de la suspensión de las obras, el avance de los trabajos estaba en un 95 por ciento, e incluso el restante 5 por ciento podría, en caso de que no sea posible ingresar en los dos días que restan de trabajos programados, dejarse para el próximo estiaje.