A prueba, tratadora de aguas residuales; planta de Atotonilco

08 septiembre 2016

Foto: Excélsior
 

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Atotonilco (PTAR) tendrá capacidad para someter a procesos químico y bacteriológico la totalidad de los 35 metros cúbicos de aguas negras que produce por segundo la Ciudad de México y parte de los municipios conurbados del Estado de México, conocidos como la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).

En caso de requerirse, la nueva planta tendrá una capacidad máxima de 42 metros cúbicos de tratamiento de agua durante la época de lluvias.

Con la entrada en operación de la planta será la primera ocasión en más de un siglo que la ciudad entregue aguas no contaminadas con materia orgánica, metales pesados y otras sustancias, a la presa Endhó, que sirve para regar amplias áreas del estado de Hidalgo.

“Estamos en fase de pruebas. Terminaremos en tres meses para echarla a andar totalmente. Calculo que estará (funcionando) para diciembre”, explicó el titular de Conagua en entrevista con Excélsior.

En la PTAR todo es gigante.  El terreno tiene una superficie total de 158 hectáreas, de las que 100 se convertirán en un vertedero para depositar los lodos que resultan del tratamiento de agua.

Las 58 hectáreas restantes son un conjunto de tanques y albercas de dimensiones similares a las de albercas olímpicas.

La zona de estanques tiene unos 500 metros de largo por unos 300 de ancho y ocupan la mayor parte de la planta.

Los lodos son trasladados posteriormente a los 30 estanques biodigestores. Son edificios cilíndricos similares a silos, de 35 metros de altura y 26 de diámetro, con 13 mil metros cúbicos de capacidad cada uno.

La inversión para construir la PTAR de Atotonilco será de 10 mil 22 millones de pesos (nueve mil 389 millones del costo directo del proyecto y 633 millones en otros rubros como supervisión), y fue edificada por un consorcio formado por Grupo Carso (cinco mil 423 millones de pesos), y los cuatro mil 599 restantes se obtendrán del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).

Una vez en operación, la PTAR tendrá capacidad para limpiar 12 metros cúbicos por segundo en el módulo de tratamiento químico, y 23 metros cúbicos por segundo en el módulo de tratamiento biológico.

Tras más de seis años de construcción, la economía de la zona ha girado en torno a la Planta de Tratamiento.

“Es una obra compleja y grande. Es un lugar donde va a trabajar gente y requiere que el pueblo esté preparado para este cambio.

A inicios de 2016, el Ayuntamiento de Tula clausuró la PTAR por presunta falta de licencias de construcción, lo que retrasó el término de los trabajos.

A través del Emisor Central del Drenaje Profundo, la PTAR recibirá todas las aguas de drenajes y de lluvia de la ZMVM.

La planta fue edificada a un costado del portal de salida del Drenaje Profundo y a unos metros de donde se ubica el del Túnel Emisor Oriente (TEO), en construcción.

El TEO tiene 70% de avance en su construcción y con su entrada en operación en el segundo semestre de 2018 junto con el Drenaje Profundo, el riesgo de una inundación en la ZMVM se reducirá considerablemente.

Los trabajos paralelos de construcción de la PTAR y el TEO conforman las obras de drenaje más grandes del mundo.


31 de agosto de 2016
Fuente: Excélsior
Nota de Arturo Páramo

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