Acto de la Presa El Zapotillo congrega a los opositores

10 diciembre 2010

El pueblo ubicado en Jalisco será inundado por las aguas de la represa

9 de diciembre de 2010

Fuente: Milenio

Por Carlos Hugo González

María de Jesús García es habitante de Temacapulín. Vino a León acompañada de un grupo de representantes de las comunidades que serán inundadas por la construcción de la presa El Zapotillo.

Respaldada por los activistas, María de Jesús se acerca al alcalde de León, Ricardo Sheffield, para argumentar porque no debe construirse la presa. Luego de unas frases, García, nerviosa, increpó: “México no se merece regresar al autoritarismo… se maneja mentira… yo quiero que lleven su gobierno, que fuera sin mentiras para poder hablar de verdadera democracia”.

Ya el acto protocolario de la presentación de los alcances de la licitación Acueducto El Zapotillo, estaba apunto de comenzar, el gobernador del estado, el representante de Conagua, empresarios, funcionarios e invitados estaban casi todos listos.

El alcalde Ricardo Sheffield, respondió a lo dicho por García: “la democracia es el bien y la voluntad de la mayoría”; luego, un elemento de avanzada del gobierno dijo “gracias”, y junto al alcalde, continuaron el camino hacia el presidio.

Luego, la habitante de Temacapulín, rodeada de reporteros y respaldada por Guillermo Moreno, miembro de la resistencia en contra de la construcción de la presa en León; Guadalupe Espinoza, asesor jurídico y miembro del colectivo COA; y Marco Von Borstel, integrante del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, dijo:
“Yo no soy estudiada, pero una cosa es ser estudiado y otra educado. Soy persona del pueblo y ahí vamos a permanecer. Si quieren el agua, se las damos, pero que no estén gritando y que no celebren la revolución, la revolución la estamos viviendo en todas los pueblos”.
Dio inicio el evento encabezado por el gobernador, el acalde y el representante de Conagua. Los manifestantes esperaron afuera del Museo de Arte e Historia de Guanajuato y junto al Sebastián, sacaron pancartas con leyendas como: “20 de noviembre de 1910, 20 de noviembre de 2010. Tierra y libertad. Los leoneses no queremos inundar Temacapulín”.

Y los argumentos que presentaron los manifestantes, además de las razones expresadas por la habitante de la comunidad, también tienen sustento jurídico.

Entre las principales razones mencionaron recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pronunciamientos en contra de instituciones como la Universidad de Guadalajara, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco, el Sindicato del Instituto Nacional de Antropología; otros argumentos tienen que ver con la afectación ecológica al entorno y sobre todo, a unos 4 mil habitantes de las comunidades cercanas.

“Si se habla de que se va ayudar a 3 millones de personas, yo digo que se va a afectar a 80 millones por que Temacapulín tiene 14 siglos de historia y es patrimonio cultural de todos. Por 30 años de agua, perder 14 siglos de historia para todos los mexicanos. La afectación mayor es a todos los mexicanos por un beneficio particular a los empresarios del agua que se verán beneficiados”, argumentó finalmente von Borstel.