Agua y cambio climático

25 marzo 2014

Con motivo del Día Mundial del Agua, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística dio a conocer algunos datos sobre la situación actual del vital líquido, así como sus pronósticos de acuerdo a diversos factores como el cambio climático, la sobreexplotación de acuíferos, la falta de cultura de su cuidado, entre otras cuestiones.

A todos nos compete pues además de ser vida, forma parte de nuestros servicios básicos y diarios que nos han vuelto dependientes a un grado máximo. Sin agua, simplemente, no podríamos vivir, literal.

Hidalgo, por su situación geográfica, se encuentra en un sitio particular pues tanto obtiene beneficios como perjuicios por el uso del agua y por ser receptor de aguas negras, además por estar en la zona de mayor consumo del país y en donde, en 2011, se registró la disponibilidad natural media de agua per cápita más baja se registró de todas las regiones hidrológicas de México.

De acuerdo con INEGI se ha calculado que, para el 2025 apenas se dispondrá de 3 mil 828 metros cúbicos de agua por persona por año, lo que representa estar en la clasificación de disponibilidad baja.  Según los pronósticos, para 2030 se debe tener especial cuidado con el agua subterránea, ya que su sobreexplotación ocasionará el abatimiento de los niveles freáticos, el hundimiento del terreno, y esto provocará que se tengan que perforar pozos cada vez más profundos, además de las afectaciones a los ecosistemas.

Aclaran que la mayor parte de la población rural, en Hidalgo y el país, depende de manera significativa del agua subterránea, y en algunas zonas áridas la dependencia es total (Valle del Mezquital).

Continúa el organismo, en el sentido de que las investigaciones científicas prevén que para mediados de este siglo las elevadas temperaturas y la disminución de la humedad del suelo propiciarán que la vegetación semiárida se sustituya por vegetación árida, en un proceso de desertificación. También es previsible, señalan, que se presente una menor producción de alimentos de origen agropecuario por el acortamiento del ciclo agrícola debido al cambio climático.  Concluyen que el 78% del total de agua en México se utiliza en la agricultura y para producir alimentos, de la cual el 53% se desperdicia. Detallan que tan sólo para producir un kilo de maíz se requieren 900 litros de agua y para producir un kilo de trigo se utilizan mil 350 litros.

Ante esto, el gobierno federal plantea en el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, objetivos y estrategias para aumentar la cobertura y captación de líquido. Hidalgo está presente en dos de estos mega proyectos: el Acueducto II Querétaro que capta el agua de los manantiales Infiernillo sobre el río Moctezuma, en los límites entre Querétaro e Hidalgo; y el Túnel Emisor Oriente, Estado de México y DF, que pretende reforzar el sistema principal de drenaje actual y disminuir las posibles inundaciones. 


21 de marzo de 2014
Fuente: Milenio  
Nota de Eduardo González

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