El cambio climático es un fenómeno atribuido, directa o indirectamente, a la actividad humana, que altera la composición global de la atmósfera y que sumado a la variabilidad natural del clima observada durante periodos comparables, incrementa la temperatura.
El ciclo del agua es el conjunto de procesos que generan el movimiento del agua en la hidrosfera; sistema material constituido por el agua que se encuentra bajo y sobre la superficie de la Tierra.
El calentamiento global afectará la precipitación pluvial y la cantidad de agua disponible; México ocupa el duodécimo sitio en emisiones de Gases Efecto de Invernadero (GEI).
Durante este siglo el cambio climático aumentará la presión sobre los recursos hídricos al modificar el ciclo del agua en cuanto a precipitaciones, humedad del suelo, escurrimiento, evaporación, vapor atmosférico y temperatura del agua. Los cambios no serán uniformes, pero afectarán tanto la calidad como la cantidad de agua disponible para los seres humanos y el ambiente.
Los diferentes modelos de calentamiento global sugieren que la temperatura de nuestro planeta podría incrementarse de 0.3 a 4.8 ˚C para 2100 –con respecto a 1986-2005–, dependiendo de los niveles de emisiones de GEI.
Los escenarios para México prevén, también para finales de este siglo, un aumento de más de 4 ˚C en la zona fronteriza con Estados Unidos, y de alrededor de 2.5 y 3.5 ˚C en el resto del país.
Bajo estas condiciones, se acentuará el contraste en la precipitación entre las regiones secas y húmedas, y entre las temporadas de lluvia y estiaje, aunque es posible que haya excepciones regionales.
También se plantea que los desastres causados por fenómenos meteorológicos extremos –como sequías, inundaciones, incendios forestales, infestaciones de insectos, movimientos de tierra asociados a situaciones de origen hidrológico y tormentas de viento– aumentarán en número y consecuencias.
Otros cambios globales, como el crecimiento poblacional, la tendencia a concentrarse en localidades urbanas, y el consumo de bienes y servicios, también agravarán la presión sobre los recursos hídricos.
Las actividades humanas que más impactan el ciclo del agua son las que modifican la composición química de la atmósfera (emisiones de GEI), además de la agricultura, la deforestación, la construcción de presas, la sobreexplotación de acuíferos, la extracción de agua de ríos y lagos, y la urbanización.
Los impactos del cambio climático en el agua afectarán el desarrollo económico, social y ambiental, pues todos los sectores de la actividad humana y el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios ambientales de los ecosistemas dependen del agua.
Climas de México
En nuestro país contamos con una gran diversidad de climas, los cuales se pueden clasificar de forma general en: cálido y templado conforme a su temperatura; y en: húmedo, subhúmedo y muy seco de acuerdo a la humedad que registran. A través del siguiente mapa se puede visualizar la distribución de los diferentes tipos de clima en el territorio nacional.
Lluvia y canícula
En la mayor parte del territorio mexicano, la temporada de lluvias ocurre entre los meses de mayo a octubre. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua y sus registros del periodo 2000-2011 en éste se acumula hasta el 80 por ciento de la precipitación total anual, excepto en la Península de Baja California y noroeste del país, donde las lluvias ocurren en el invierno. Para la región del territorio nacional donde la mayor parte de la lluvia se presenta en el verano, es normal que ocurra una disminución entre los meses de julio y agosto; a esta disminución se le conoce como canícula o sequía de medio verano, es decir, el periodo más caluroso del año. Este fenómeno puede visualizarse en la siguiente figura, al analizar los milímetros de precipitación promedio en cada uno de los meses del año.
Ciclones tropicales o huracanes
Se le denomina ciclón tropical a un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados y tiene lugar, primordialmente, sobre océanos tropicales. Cuando las condiciones atmosféricas son propicias para su evolución y desarrollo, éste puede llegar a convertirse en un huracán.
La formación de los ciclones se ve favorecida cuando la temperatura superficial supera los 26°C. Lo anterior, aunado a la presencia de una zona de baja presión atmosférica, en la que convergen vientos de todas las direcciones.
Los vientos de la zona fluyen y aumenta el ascenso de aire caliente y húmedo que contiene vapor de agua. El calor ganado por la condensación del vapor de agua es la fuente de energía del ciclón. De esta forma, se inicia el movimiento del aire a través de la columna central y se incrementa la entrada de aire en los niveles más bajos, con la correspondiente salida en el nivel superior del fenómeno.
Las etapas de evolución de un ciclón tropical pueden llegar a desarrollarse en:
Perturbación Tropical
Depresión Tropical
Tormenta Tropical
Huracán: Se divide en cinco categorías acorde a la velocidad de sus vientos.
México y los huracanes
Los huracanes más devastadores que han golpeado a México son:
Janet: El primero del que se tiene registro como categoría 5 de la escala SaffirSimpson, tocó tierra el 27 de septiembre de 1955 en el sur de Quintana Roo, devastando su capital, Chetumal, cuyas construcciones, la mayoría de madera, fueron arrasadas quedando un puñado en pie. Dejó cientos de muertos y millonarias pérdidas
México: Hasta antes de Patricia, considerado el más poderoso del Pacífico, categoría 5 con vientos de hasta 260km/h. Tocó tierra el 29 de octubre 1959 cerca de Manzanillo (oeste), dejando más de 1,000 muertos a su paso.
Beulah: El 16 de septiembre de 1967 atravesó la porción norte de Quintana Roo a la altura del balneario de Cozumel para regresar al Atlántico y ganar fuerza hasta categoría 5 antes de golpear el noreste de México y Texas. Cobró unas 40 vidas en territorio mexicano.
Liza: Alcanzó la categoría 4 el 30 de septiembre de 1976 antes de golpear el sur de la península de Baja California. Dejó más de 1,000 muertos y decenas de miles de damnificados.
Gilberto: De Categoría 5, tocó tierra el 14 de septiembre de 1988 por isla Cozumel antes de arrasar las playas de Cancún para luego regresar al Atlántico y volver a golpear el noreste de México. Llegó a internarse en el antiguo cauce de un río seco de la ciudad de Monterrey, desatando una devastadora inundación. Dejó unos 200 muertos, la gran mayoría en Monterrey.
Paulina: Tocó tierra la tarde del 8 de octubre de 1997 en el estado de Oaxaca para horas después internarse en Guerrero con precipitaciones récord que provocaron un deslave en la zona montañosa de Acapulco. Murieron cientos de personas.
Wilma: El más errático y destructivo que ha golpeado México, tocó tierra como categoría 4 el 21 de octubre de 2005 por Cozumel para después arrasar por más de 48 horas a Cancún y la Riviera Maya. Dejó ocho muertos y más de 10,000 millones de dólares en pérdidas, sobre todo en lujosos hoteles. Tras el fenómeno se registraron saqueos.
Manuel e Ingrid: Uno entró como tormenta tropical en la costa del Pacífico y el otro como huracán en el Golfo de México de manera simultánea a mediados de septiembre de 2014, dejando 157 muertos y al menos 1.7 millones de damnificados, en un fenómeno inédito en la historia reciente.
Patricia: El más intenso jamás observado en el hemisferio occidental en términos de presión atmosférica, y el más fuerte a nivel global en términos de viento máximo sostenido. En un principio fue considerado el más peligroso del que se tuviera registro en México; posteriormente fue catalogado como el más peligroso del mundo en la historia, por lo que sus estragos podrían ser potencialmente catastróficos, sin embargo al entrar en contacto con las montañas de la costa mexicana, perdió fuerza rápidamente.
¿Qué son los Nortes?
Los nortes son el resultado de la acumulación de aire frío en latitudes medias e intensos gradientes meridionales de presión en la troposfera baja que resultan en irrupciones de aire frío hacia los trópicos.
Dichas masas ocurren entre octubre y mayo sobre todo, y éstas se originan en las montañas Rocallosas en los Estados Unidos y se propagan hacia los trópicos. Las circulaciones anticiclónicas pueden favorecer en el Golfo de México vientos que alcanzan hasta los 110 km/h, con descensos de temperatura de hasta 25º C, y algunas precipitaciones.