Alemania con sus 30.000 turbinas de viento era el paraíso de la energía eólica. Salvo China y Estados Unidos, dos países mucho más grandes en territorio y población, no hay ningún otro país en el mundo con tantos molinos. De hecho, el 23,5% de toda su energía provine del viento: es la energía renovable más importante del país.
Y, sin embargo, en la primera mitad de 2019, solo se instalaron 35 molinos. Eso es un 82% menos que en la primera mitad de 2018 (cuando se instalaron menos de la mitad de turbinas que en 2017). ¿Por qué? Porque los alemanes están empezando a odiar a los molinos de viento. Leer más.