Analizan expertos causas de la pobreza en el agro

12 noviembre 2008

■ Recomienda la FAO mayor inversión

Fuente: La Jornada
12 de noviembre de 2008
Por Matilde Pérez U. (Enviada)

Ixtapan de la Sal, Mex., 11 de noviembre. En los pasados ocho años se ha duplicado el gasto federal para el sector rural, situándolo como el más elevado en comparación con las naciones latinoamericanas –excepto Uruguay–. Sin embargo, el campo “sigue sumamente atrasado y no corresponde al desarrollo del país”, advirtió Luis Gómez Oliver, consultor externo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En un seminario internacional explicó que el gasto rural por habitante en México es de 6 mil pesos por persona, lo cual revela que el esfuerzo que se está realizando para este medio aún es insuficiente, pues se requiere mayor inversión productiva, en infraestructura y servicios, así como un mayor desarrollo institucional para la transformación productiva.

Ante magistrados agrarios planteó que la actual crisis agroalimentaria, entrelazada con la financiera y energética, obliga a los gobernantes a “dar una respuesta de muy alta capacidad de resolución”, ya que en un año el número de personas con hambre en el mundo es de 923 millones, es decir, 61 millones más, la mayoría de ellos en países en desarrollo.

Dicho fenómeno, abundó, se debe al incremento en 54 por ciento de los precios de los alimentos, particularmente de los cereales y lácteos, que aumentaron 92 por ciento, por lo que los países con déficit alimentario gastarán 40 por ciento más por importaciones.

Además, en la pasada década la producción mundial de alimentos pasó de 2.2 a 1.3 por ciento y se estima que en el periodo 2009-2017 decline a 1.2 por ciento; la situación se ha tornado más crítica, ya que por el cambio climático la producción de granos en el mundo en 2006 tuvo una caída adicional de 4 por ciento y en 2007 de 7 por ciento.

De su lado, la directora adjunta de la Cepal en México, Julio Lennox, apuntó que en el cambio climático provocará en el país más presiones sociales por el agua y las zonas boscosas; habrá cambios en la curva de productividad agropecuaria dependiendo de la región geográfica, ya que mientras en el norte es probable que disminuyan las lluvias y aumente la temperatura, en el sur habrá más precipitaciones.

 

 

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