Aguascalientes: Avala el sector Salud la calidad del agua potable

27 julio 2015
Con el propósito de verificar la calidad del agua, el ISSEA -a través de la Dirección de Regulación Sanitaria- realiza un promedio anual de 12 mil determinaciones de cloro residual.

Dichos resultados permiten concluir que el Estado de Aguascalientes se encuentra entre los primeros lugares a nivel nacional en el porcentaje de cloración, pues por lo menos en los últimos 5 años se registra una media del 92 por ciento con presencia de cloro residual libre en agua.

La Dirección de Regulación Sanitaria, mediante el Programa Agua de Calidad Bacteriológica, ha desarrollado la vigilancia sanitaria de los sistemas formales de abasto que surten a la población. Cabe hacer notar que el agua para uso y consumo humano es responsabilidad de los Organismos Operadores del Agua de los Municipios y existen alrededor de 460 Sistemas de Abasto de Agua en todo el territorio estatal.

Es importante subrayar que el agua se contamina cuando se mezcla con basura, detergentes, minerales o cualquier desecho de las casas o las fábricas. Cada persona necesita una cierta cantidad de agua para realizar sus actividades: beber, bañarse, lavarse las manos, lavar su ropa o su casa.

Por lo general, la calidad del agua se determina comparando las características físicas y químicas de una muestra de agua con unas directrices de calidad del agua o estándares. En el caso del agua potable, estas normas se establecen para asegurar un suministro de agua limpia y saludable para el consumo humano y, de este modo, proteger la salud de las personas. Estas normas se basan normalmente en unos niveles de toxicidad científicamente aceptables tanto para los humanos como para los organismos acuáticos.

El deterioro de la calidad del agua se ha convertido en motivo de preocupación a nivel mundial con el crecimiento de la población humana, la expansión de la actividad industrial y agrícola y la amenaza del cambio climático como causa de importantes alteraciones en el ciclo hidrológico.

Por contaminación se entiende generalmente una presencia de sustancias químicas o de otra naturaleza en concentraciones superiores a las condiciones naturales. Entre los contaminantes más importantes se encuentran los microbios, los nutrientes, los metales pesados, los químicos orgánicos, aceites y sedimentos; el calor también puede ser un agente contaminante, al elevar la temperatura del agua.

El agua es un recurso muy importante sin el cual no habría vida. El agua que se usa para que las personas la beban, se llama potable. El agua potable debe ser transparente, sin olor y sin sabor; si el agua se ve turbia, no debe consumirse porque puede contener impurezas y provocar enfermedades. Cuando el agua contiene sustancias o microorganismos ajenos a ella, entonces está contaminada.

La Dirección de Regulación Sanitaria verifica que el agua de uso y consumo se ofrezca con la calidad bacteriológica suficiente, con la finalidad de evitar enfermedades de origen hídrico de carácter infeccioso y parasitario.


25 de julio de 2015
Fuente: El Sol del Centro

Nota de Mario Mora Legaspi

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