Calderón elimina veda cardenista en el río Balsas
06 octubre 2011* Beneficiará a 4 millones 250 mil personas, declara el Ejecutivo federal. El decreto cardenista privilegió la operación de las presas El Infiernillo y La Villita.
06 de octubre de 2011
Fuente: Milenio
Nota de Lorena López
El presidente Felipe Calderón entregó los derechos de agua que terminan con la prohibición a 340 municipios de utilizar para uso doméstico el agua de la cuenca del río Balsas.
Acompañado de los gobernadores de Guerrero, Oaxaca, Morelos y Michoacán, Ángel Aguirre, Gabino Cué, Marco Adame y Leonel Godoy, respectivamente, el mandatario federal terminó con la veda establecida en el sexenio de Lázaro Cárdenas, que permitirá utilizar para consumo humano 220 millones de metros cúbicos anuales de agua durante los próximos 30 años, suficientes para abastecer a una población de 4 millones 250 mil personas.
El presidente Calderón recordó que cuando se emitió el decreto presidencial en la década de los 40 se privilegió la operación de las presas hidroeléctricas como El Infiernillo y La Villita, pero luego de cuestionar si es más importante producir electricidad o que las personas tengan agua afirmó: “Definitivamente el agua para el consumo humano es más importante”, así como lo es también por encima del uso agrícola e industrial: “Si el agua es escasa tiene que ser para las personas”, dijo.
También dijo que si bien la veda se consideró indispensable para la viabilidad de las centrales hidroeléctricas ubicadas en la cuenca del río, también ocasionó que las comunidades de ocho estados (Oaxaca, Guerrero, Morelos, Michoacán, Tlaxcala, Puebla, Jalisco y el Estado de México) no contaran con agua legalmente.
El decreto que cambia los que habían estado vigentes durante casi 60 años, autoriza el consumo de agua potable, que una vez usada y tratada puede también destinarse al consumo agrícola y hasta industrial.
El presidente Calderón dijo que esto se hace para privilegiar el consumo humano “sin afectar la generación de energía eléctrica”, aunque aceptó que en años secos como 2011, “probablemente las presas no estén al nivel que quisiéramos tener, eso, desde luego, modifica la operación de CFE (Comisión Federal de Electricidad) pero qué duda cabe, aún en esas circunstancias la prioridad, lo primero es la gente y lo primero es el consumo humano. Ojalá así fuera en todos los casos”, expresó.
Además anunció que se negocia y estudia con la CFE un convenio para que la paraestatal pueda donar agua de la cuenca exclusivamente para proyectos agrícolas altamente tecnificados que no desperdician el líquido y elevan la producción, sobre todo porque en la Cuenca del Balsas “está, paradójicamente, la gente más pobre de nuestros estados y del país”.
Informó también que en lo que va de su administración la cobertura de agua potable alcanzó el 92 por ciento, “una cifra impresionante, porque las familias mexicanas obviamente siguen creciendo”, mientras se han puesto en operación casi 600 plantas de tratamiento de aguas residuales.