Captación de agua de lluvia y reúso: no tires agua sobre tu tejado
15 febrero 201015 de febrero de 2010
Fuente: La Vanguardia
Nota de Silvia Burés
Según Susan Carpenter de Los Angeles Times, en un artículo del 1 de febrero de 2010, el Departamento de Obras Públicas de Los Ángeles ha aprobado por unanimidad un borrador de ordenanza para el Desarrollo de Bajo Impacto. Esta ordenanza obligará a las casas que se construyan y a las grandes edificaciones a capturar, reutilizar o infiltrar el 100\% de la escorrentía que se genere en caso de lluvia o bien a pagar una tasa para disminuir la contaminación provocada por las tormentas.
El trasfondo está en que si se trata el agua de lluvia en origen, en lugar de tratarse al final en la captación de las aguas de escorrentía, se abaratan los costes del tratamiento de estas aguas. Así, los constructores de casas deberán, entre otras técnicas, utilizar tanques para recogida del agua de lluvia y utilizar pavimentos permeables. Por suerte la Asociación de Constructores están contentos, porque tienen todas las tecnologías desarrolladas y a punto para aplicarlas, y como todo lo que es nuevo, les da que va a mover el mercado.
La multa a pagar, por ejemplo, para un edificio de poco más de cuatro mil metros cuadrados de superficie que vierta el agua caída sobre él podría llegar a ser de casi doscientos cuarenta mil dólares. Ahora bien, si este edificio tiene una cubierta ecológica, es decir, una cubierta vegetal como sistema natural para filtrar agua de lluvia, podrá verter el agua captada al sistema de alcantarillado. Las cubiertas ecológicas se están imponiendo no sólo para ahorrar energía y aumentar la biodiversidad en las ciudades sino también como tratamiento natural de las aguas.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha realizado un estudio que indica que las cubiertas vegetales son capaces de eliminar el 50\% del volumen de lluvia anual que cae en un tejado a través de la retención de agua y de la evapotranspiración (evaporación sumada a la transpiración de las plantas). El agua que la cubierta no es capaz de retener es liberada de una manera lenta al sistema de alcantarillado. El agua filtrada por las cubiertas vegetales suele ser de buena calidad; la escorrentía de peor calidad es la que proviene de las zonas asfaltadas, por los contaminantes propios más los aceites de los motores de los vehículos.
Según The Philadelphia Inquirer en un artículo de Sandy Bauers del 5 de febrero de 2010, en Philadelphia esta semana el Departamento de Aguas está mandando cartas a casi ochenta mil abonados informándoles que a partir del mes de julio de este año se va a incorporar un nuevo concepto en la factura del agua, que puede representar para los comercios entre 500 y 10.000 dólares mensuales. Según cálculos del ayuntamiento, el tratamiento de las aguas de escorrentía cuesta al municipio 100 millones de dólares anuales. Se quejan de que hay muchos espacios vacíos: terrenos desocupados, aparcamientos, que vierten agua sin pagar por su recogida. Por ejemplo, el aeropuerto de Philadelphia, que ocupa casi 300 hectáreas de superficie, según la nueva ley puede llegar a pagar 180.000 dólares mensuales. Por esta razón, Philadelphia está esmerándose para transformar la ciudad en un oasis de jardines captadores de lluvia, cubiertas vegetales y pavimentos porosos. Las cubiertas ecológicas se presentan como una alternativa para reducir los costes de tratamiento del agua y la contaminación en las ciudades.
Como quiera que sea que desde que en la terrible sequía del año 2008 a nuestros más eminentes políticos tras numerosos e infructuosos estudios al caso les dio por ir a rezar a La Moreneta para que lloviese y han sido más que escuchadas y satisfechas sus lamentaciones, ahora que parece que tenemos exceso de agua, antes de volver a ir a rezar a La Moreneta para que deje de llover, espero que se pongan a trabajar y a planificar las estrategias del agua, porque saberse como se hace, se sabe. Pero parece que en este país es más fácil rezar que trabajar, aunque no seas creyente.