Cuidado del agua y fracturación hidráulica

28 abril 2014

 Los datos que proporciona son verdaderamente alarmantes, ya que menciona “la agricultura consume 89 por ciento del agua que se usa, CON PRACTICAS EN SU MAYORIA DERROCHADORAS DEL VITAL LIQUIDO, siendo extraída en un 52 por ciento de acuíferos subterráneos. También el abasto de los asentamientos humanos depende de fuentes subterráneas en un 99 por ciento a un costo elevado y con afectación adicional a esas reservas históricas.” “Específicamente en el Estado de Chihuahua existen 61 acuíferos, de los cuales 19 representan déficit y 17 están sobreexplotados.” Vale la pena darle una leída cuidadosa al artículo mencionado. Nuestro interés real por el asunto del agua, no parece ser algo que nos quite el sueño ¡y debería ser!

Y a propósito del cuidado del agua:

Ahora entremos en otro de esos proyectos en los que los gobiernos están tratando de hacer un “lavado de cerebro” (una vez más…..) al pueblo mexicano: la extracción hidráulica (fracking) de petróleo y gas. A pesar del artículo mencionado del Sr. Athie, ¿cree el gobierno que habrá bastante agua para estos proyectos? Se mencionan millones de litros de agua por pozo ¡millones! En Monterrey, el gobierno dice que traerá el agua del río Panuco para ayudar a estas perforaciones……

La fracturación  hidráulica o fracking, es un proceso basado en el uso intensivo de agua que requiere millones de galones (por cada pozo), de una mezcla compuesta de agua, arena y sustancias químicas, algunas conocidas, otras encubiertas (por ser secreto de patente….) que se inyecta a grandes presiones y profundidades para romper la roca que rodea el deposito de petróleo o gas. Esta operación libera el petróleo o gas  en forma que fluya hacia el pozo. Para que el proyecto empiece a ser costeable pasaran de cinco a diez años…..

“La maravilla geológica que es conocida por los petroleros de Texas, como Eagle Ford Shale Play se encuentra enterrada profundamente bajo tierra, sin embargo, durante la noche se puede ver su contorno desde el espacio como un centelleante  arco que abarca desde el sur de San Antonio hasta el Río Grande.” Diario – The Washington Post.

“Esto es un reflejo de la política no de la geología. Se cree que la formación del esquisto Eagle Ford continúa cientos de millas hacia el interior de México, en donde es conocida como la Cuenca de Burgos.” Y he aquí, el doble peligro: la destrucción de los territorios en donde se pretenda llevar a cabo estos proyectos y la “invasión” nuevamente, de las compañías que vendrán “temporalmente”, a usufructuar las riquezas del País – el gobierno así lo ha decidido. Y nos preguntamos ¿también estarán exentos? Los beneficiados ¿serán políticos bien colocados y banqueros? Así perdimos Tejas y demás, en esas épocas se culpó a Antonio López de Santa Ana y ¿ahora?

En la Cuenca de Burgos se ha empezado a trabajar desde hace un tiempo; están padeciendo toda clase de miserias, incluyendo los temblores (de tierra, además.) Se esta manejando la posibilidad de la apertura de empleos y “buenos sueldos”, pero no se menciona también, que en estos campamentos, en donde la gente debe permanecer sin salir durante largo tiempo, también se aumentan los centros de vicio y los altos costos de vida. Eso no se  dice.  La alteración que sufre todo el medio por los trabajos de desmonte, caminos para equipo pesado, instalaciones de pozos, manejo de desechos (muchos de ellos altamente tóxicos). Contaminación de aire, agua, tierra, etc. Los terrenos, al abandonarlos, quedaran inservibles. Se dice que la producción costeable de estos pozos es únicamente de los dos primeros años, al tercero empieza a declinar y cesa el interés en seguir explotando, ya que los beneficios disminuyen considerablemente y los gastos, no.

Esta forma de perforación petrolera esta siendo prohibida en casi todos los países europeos y en muchas otras partes del mundo: Francia lo prohibió en 2011; existe prohibición también en Canadá, África del Sur, Australia y en varios estados de los Estados Unidos.  Se han formado, inclusive, varios grupos que están luchando para que se ponga un veto a estos proyectos de perforación, ya que han comprobado todas las consecuencias adversas que trae para las poblaciones en donde se instalan estos campos.  Al final de cuentas, se considera que vale la pena enfermar de muerte a toda una población a cambio de ganar unos cuantos millones de dólares. Este es el problema: la falta de escrúpulos, la falta de ética. Quizá se piense que esto nada tiene que ver con la economía, pero es ahí en donde principia la debacle, el caos moral y de justicia que estamos experimentando. El año entrante, en  diciembre, se reunirán en Paris delegados de 190 naciones para tratar de consolidar un Tratado  global para definir la situación del cambio climático.  Esta será la veintiunava sesión celebrada bajo los auspicios de la ONU, desde la primera que se celebro en Río de Janeiro en 1992. El único tratado que se ha producido ha sido el de Kyoto en 1997, al cual nunca se adhirió Estados Unidos. El sistema adoptado por Europa de poner un precio global al carbón, también fue rechazado por los Estados Unidos. 

La ONU ha declarado que el tiempo se agota y que la reunión en Paris puede ser la ultima oportunidad de lograr un acuerdo para salvar el Planeta Tierra.  Estados Unidos continúa aislándose de los tratados internacionales en protección a sus comodidades y ahora se entusiasma con los proyectos de fracturación hidráulica para continuar siendo el país más poderoso.  Muchos de sus ciudadanos no están de acuerdo.

Desafortunadamente, en nuestro país no parece que tengamos mucha preocupación por lo que nos pase a nosotros y a nuestras generaciones futuras; no mostramos muchos deseos de cuidar una Creación que nos fue entregada para “que la cultiváramos y la cuidáramos” (Gen2,15) ¿Porque no salimos todos a la calle portando pancartas con temas de protesta? Sin vandalismos, simplemente demostrar nuestro desacuerdo por tantos abusos causados por decisiones tomadas “en secreto”. La costumbre de no consultar, ni escuchar las peticiones de la ciudadanía es hábito ancestral que debe destronarse. El pueblo no somos un fresco pintado en una pared, somos la vida de las naciones. ¡Y el pan de cada día de los políticos! ¿Habría políticos sin pueblo? Pero habrá que dejar claro que no los hemos elegido para “empoderarse”, sino para servir con honestidad y gran esfuerzo al bien común.


26 de abril de 2014
Fuente: El Diario de Chihuahua
Nota de Carmen López-Islas

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