Gutiérrez está amparado en contra de la medida de la empresa, ya que antes de que el servicio de agua potable y saneamiento fuera concesionado a particulares pagaba como máximo 300 pesos bimestrales. Para contar con agua, su familia –cuatro personas– paga 3 mil pesos por una pipa que le alcanza para dos meses.
Ya que carecen de drenaje, el agua residual del lavado de ropa y trastes la tiran a los patios. Durante el día utilizan el baño público de un mercado y por la noche van con un familiar que vive a unos pasos de su casa, ubicada en 22 Poniente, colonia Lázaro Cárdenas.