El agua y las últimas trincheras
19 septiembre 2008GUSTAVO CASTRO SOTO
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México; 2 DE MARZO DE 2005
En el marco del proceso de privatización neoliberal impulsado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, nos encontramos con las últimas trincheras de la ambición donde el gran capital pretende insertar sus colmillos para obtener el absoluto control y la máxima ganancia: la biodiversidad (el material genético), el oxígeno y el agua.
Hombres y mujeres de maíz, pero también de agua.
Más del 70% de nuestro cuerpo está formado por agua. Todos los seres vivos, todas las plantas, todos los animales, todas las mujeres y los hombres necesitamos el agua para existir. En un bien público (y no comercial) que necesitamos todos para poder existir. Nuestro cuerpo no puede vivir 10 días sin el agua que corre por nuestras venas. El agua es para todas las culturas del mundo. Por eso no huele, no sabe y no tiene color, porque no distingue lenguas, razas o ser vivo. Todos tenemos derecho a ella. Si perdemos el 10% del agua de nuestro cuerpo nuestra salud está en peligro. Pero si perdemos el 20% cualquier persona se muere. Necesitamos tomar diariamente el 3% de nuestro peso corporal. Por ello, tener acceso al agua no sólo es un derecho humano, sino algo más radical. Estamos ligados fundamental, necesaria y vitalmente al agua. El agua nos une a todos y todas. A nadie se le puede negar el agua. El agua debe traer paz. Debe ser signo de paz. Sin el agua la vida no nace, no crece, no se desarrolla. Por eso el agua es desarrollo, es crecimiento