El Papaloapan: río agonizante
31 marzo 2016 Foto: El Piñero de la Cuenca
Quien ha tenido oportunidad de ver el comportamiento del río de las mariposas desde sus afluentes antes de pasar por Tuxtepec, ciudad que le contamina sin piedad, se asombra de la fuerza de la naturaleza, la cual permite que el caudal del Papaloapan siga dando de comer a pescadores hasta su desemboque en la laguna de Alvarado.
El río ha dejado de ser navegable porque nunca se le ha dragado. La Comisión Nacional del Agua ha permitido la sobre explotación de los bancos de arena y sus concesionarios representan fuertes intereses que se verían afectados si se dragara.
Aún no se siente la época de calor intenso en la cuenca y los bajos del río ponen en evidencia la crisis por la que atraviesa.
En Tuxtepec pudimos caminar sobre terreno hace unos meses totalmente cubierto de agua, en un tramo que de la altura de la calle Aldama a la Calle Hidalgo pero por la margen derecha del rio, partiendo del malecón de los manguitos hasta poco más allá del mercado central, quien desde su creación, arroja sus desechos al caudal.
Esta contaminación del rio arriba afecta de manera significativa a los manglares en la laguna de Alvarado y de Tlacotalpan. Estos importantes ecosistemas están sufriendo daños irreversibles ante la inoperatividad de planes interestatales por el saneamiento y dragado del Papaloapan.
Los cuenqueños han integrado a su forma de vida la muerte paulatina del rio. En Tuxtepec a la infancia en tono de broma les dicen que el rio se llama cacaloapan y las construcciones sobre la avenida Independencia hace mucho que señalan el desinterés que la población tiene frente a la columna vertebral acuosa de la cuenca.
Las multas impuestas por CONAGUA son salvables con trámites, los cuales no han lograda salvar el deterioro del Papaloapan.
La explotación inadecuada de las riquezas del rio y sus afluentes nos recuerdan la deuda histórica que se tiene con los pueblos desplazados chinantecos y mazatecos, a quienes las presas Miguel Alemán y Miguel de la Madrid los desterraron y provocaron acrecentar la discriminación de los pueblos afectados al no cumplirse al día de hoy las promesas y haberse detonado el desarrollo que se vislumbraba.
El dolor de rio y su agonía ha sido llevada al arte, el cual siempre debe estar al servicio de mover consciencias.
Un viaje por el rio y sus afluentes, las condiciones en las que sus habitantes conviven con él y la cultura de la muerte es el trabajo que el PIÑERO irá presentando por entregas, tal cual arroyuelo.
10 de marzo de 2016
Fuente: El Piñero de la Cuenca
