Hechos y cifras sobre agua y legislación
08 noviembre 2007
- Debido a su valor y a su importancia en todos los aspectos de la vida, el agua es un problema con serias implicaciones políticas.
- La legislación internacional relativa al agua concierne a los derechos y obligaciones que existen, ante todo entre Estados, para la gestión de los recursos hídricos transfronterizos. Estas reglas y principios legales están orientadas a prevenir conflictos y a promover la cooperación en materia de recursos hídricos compartidos.
- El principal documento jurídico internacional relacionado con la gestión internacional de los recursos hídricos es la “Convención de las Naciones Unidas sobre los Usos no Navegables de Cursos de Aguas Internacionales”, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en mayo de 1997. La Convención se aplica a los usos de los cursos de agua transfronterizos y de sus aguas para otros fines distintos de la navegación, así como a las medidas de protección, conservación y gestión relacionadas con los usos de dichos cursos y sus aguas.
- El derecho internacional de aguas ha evolucionado y se ha forjado a través de la práctica estatal y de los esfuerzos de codificación y desarrollo progresivo emprendidos por las Naciones Unidas e instituciones privadas. La puesta en práctica del tratado en este campo abarca un gran número de instrumentos, desde acuerdos generales (que aportan los principios básicos para el desarrollo de los recursos hídricos) hasta un tipo “contractual” específico de acuerdos técnicos y jurídicos (que establecen planes operacionales detallados).
- En octubre de 2000 se adoptó la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea (DMA), que entró en vigor en diciembre de 2000. El objetivo de la Directiva es establecer un marco para la protección de las aguas superficiales continentales (ríos y lagos), de las aguas de transición (estuarios), de las aguas costeras y de las aguas subterráneas. La DMA garantizará que todos los ecosistemas acuáticos y, con respecto a sus necesidades de agua, los ecosistemas terrestres y humedales, alcancen un “buen estado” para el año 2015.
- Aunque los usuarios del agua compiten por el mismo recurso y luchan para que exista un mayor control, también ellos deben cooperar para alcanzar un uso eficaz del agua y preservar a largo plazo la cantidad y calidad de este recurso. Esta situación a menudo sucede en contextos de pluralidad jurídica donde los sistemas normativos formales e informales algunas veces entran en conflicto. Por ejemplo en Sudáfrica, la gestión de los recursos hídricos pasó de ser una actividad colectiva precolonial a ser un recurso regulado públicamente bajo la ley romano-holandesa. Esta ley se transformó bajo jurisprudencia anglosajona convirtiendo el agua en un recurso privado en beneficio de una pequeña minoría. Uno de los principales objetivos de la actual Ley de Aguas de 1998 en Sudáfrica es redistribuir los derechos relativos al agua concediendo permisos a los sectores de la sociedad previamente discriminados.
Fuente: UNESCO