La Reforma Energética fue para permitir el fracking
10 octubre 2014La falta de información detallada y exhaustiva sobre el proceso de fracturación hidráulica –también conocido como fracking– y las políticas públicas tendientes a favorecer proyectos de extracción de gas y petróleo mediante dicho mecanismo delinean el panorama de la industria extractiva en América Latina, una región en donde ya comienzan a vislumbrarse iniciativas para desarrollar la técnica del fracking en los próximos años, advirtieron especialistas de Argentina, Bolivia, Colombia y México.
En el caso de México, la Reforma Energética aprobada este año fue una medida prevista para permitir el desarrollo del fracking en el país y favorecer la extracción de hidrocarburos no convencionales, coincidieron Julián Ramírez, de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental, y Nathalie Seguin, quien dirige el capítulo México de la Freshwater Action Network (Fanmex), según el portal Sinembargo.mx.
La iniciativa civil se opone a la práctica del fracking, que consiste en la extracción de gas y petróleo de rocas lutitas mediante su fractura, por los daños ambientales, impactos a la salud y violaciones a los derechos humanos que supone, como señaló Seguin. La fractura de las lutitas, en cuyos poros se encuentra atrapado el petróleo y el gas, implica la inyección en el subsuelo de una mezcla de agua, arena y productos químicos a presiones tales que permitan su ruptura. La Alianza Mexicana contra el Fracking ha señalado los impactos ambientales y a la salud que acarrea el uso de esta técnica, como el uso intensivo y la contaminación del agua; los daños a la salud humana causados por los químicos empleados; el impacto negativo sobre el cambio climático; y la generación de sismos. Pero las advertencias sobre las implicaciones de esta técnica y sobre los proyectos que ya empiezan a desarrollarse no son exclusivos de México. Ariel Pérez Castellón, abogado ambientalista y asesor del Programa de Agua Dulce de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), de Bolivia, dijo que en su país ante la drástica reducción de reservas de gas natural, una propuesta del gobierno ha sido iniciar proyectos de fractura hidráulica, pidiendo a empresas petroleras que realicen identificaciones de la existencia o no de yacimientos no convencionales de hidrocarburos.
Y agregó un dato relevante y preocupante para la región: en ningún país de América Latina existe información detallada y exhaustiva sobre los procesos del fracking, los componentes químicos que se usan y cómo se afectan recursos naturales como el agua subterránea y superficial. Por su parte, el analista en petróleo y gas Eduardo D’Elia, de la Asamblea Ambiental Ciudadana de Río Gallegos, Argentina, dijo que “la fractura hidráulica viene a hacer lo que la naturaleza no ha hecho en millones de años”, en referencia a que el petróleo y gas han estado almacenados en la roca de lutita bituminosa, sin que con el paso de los años se fueran agrietando.
Juan Pablo Soler Villamizar, integrante de la organización ambientalista colombiana CENSAT Agua Viva, coincidió con que hay una falta de información sobre la fracturación hidráulica y sus impactos, particularmente en lo que se refiere al agua. Refirió el caso de Colombia donde, dijo, ya hay en marcha una licitación para un proyecto que emplea esta técnica. “En Colombia, frente a esta abundancia de desconocimiento y de información pública al respecto, han habido diversos sectores ambientalistas donde se ha puesto la demanda, la denuncia que no solamente es el tema de cuánta agua se va a consumir en el fracking, pero la gran preocupación es qué va a pasar con las aguas contaminadas. Tenemos entendido que los ácidos que se usan para hacer la fractura hidráulica es irreversible”, comentó.
10 de octubre de 2014
Fuente: Imagen del Golfo