Navidad sin agua en Coatzacoalcos
23 diciembre 2014Así es la desesperación a 18 días de la suspensión del recurso natural de la planta Yuribia en las familias que viven en las colonias Miguel Hidalgo, Nueva Esperanza, Independencia, Ampliación López Mateos, López Mateos, Ampliación Fertimex, Fertimex, Trópico de la Ribera, Francisco Villa, Coatzacoalcos, Ejidal, 20 de Noviembre, Prócoro Alor, Benito Juárez, Centro, Las Américas, entre otras.
¿Y qué esperanza hay?, es la pregunta que los vecinos de las colonias ubicadas en la parte baja hacen a la reportera, al referirse al agua potable.
La percepción en los rincones de las colonias, dependencias públicas, comercios, restaurantes, y empresas privadas es de molestia, impotencia, y sobre todo coraje en contra del gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
En las instalaciones de la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAS) y en la noria de la colonia Hernández Ochoa, la fila de autos con sus tambos, cubetas, garrafas, y todo tipo de recipiente cada vez es más larga, todos quieren agua como sea y como se pueda.
El Gobierno Municipal con el programa de tandeo de 70 pipas, y camionetas de 3 toneladas con cisternas ha sido rebasado, no se da abasto, porque la demanda es mayor.
¿CUÁL CENA DE NAVIDAD?
Don Eulises Ramos Herrera, vive en la colonia Nueva Esperanza, en la parte baja de la ciudad, a unos metros del río Calzadas, es el sector que más resiente la falta del vital líquido.
Su calle que lleva por nombre Calzadas está sin pavimentar, la vivienda en la que habita en obra negra, y para colmo ni siquiera es de él; vive con su esposa y su hija Yesenia de 24 años, quien nació con parálisis cerebral y está en silla de rueda.
Desde hace 15 días dejó de caerles el agua de las mangueras que se conectan a la tubería de la red de la CMAS, ni pensar en que una pipa llegará a dejarles el fluido.
“Qué cena de navidad ni que nada, el agua es lo que nos preocupa, el agua es vida, ni siquiera me acuerdo de que vamos a cenar el 24”, afirmó don Eulises, molesto por la situación de crisis que se vive por el agua potable desde hace 18 días.
Este lunes por la mañana Eulises quien es vendedor de libros educativos y de cocina, además de tener una prótesis en la pierna derecha luego de perder parte de su extremidad hace 20 años cuando una víbora lo picó, junto con otro familiar acarreaba agua del río Calzadas a unas cuadras de su hogar.
El afluente es el único abastecimiento que tiene para llenar sus cubetas, tambos, garrafas y trastes.
Bajo el sol, llevaba su carretilla en la que almacena el líquido natural, “hacemos dos o tres viajes al río Calzadas con la carretilla llena de agua, no podemos estar comprando todos los días garrafón el más económico cuesta 13 pesos, y no da para tanto”, apuntó.
Y es que como vendedor de libros casa por casa, si le va bien gana de 400 a 500 pesos en un día, sin embargo, no siempre son días buenos, en las últimas semanas ha vendido un ejemplar.
“El agua es indispensable, y ¿qué esperanza hay?, ¿qué sabe usted?”, cuestiona y cuestiona don Eulises.
Cuadras más adelante, en una de las rúas, amas de casas con sus hijos escarban de la tierra para poder sacar agua de las mangueras enterradas bajo el pantano.
“Solo así llenamos nuestras cubetas, por acá la pipa ni se asoma”, aseveró una de las vecinas.
ENOJADOS COATZACOALQUEÑOS
Ciudadanos de Coatzacoalcos manifestaron su descontento por la falta de acuerdos entre Tatahuicapan y Gobierno del Estado al posponer toda negociación por la apertura del acueducto Yuribia hasta el próximo 4 de enero, lo que significa que más de 350 mil habitantes pasarán Navidad y Año Nuevo sin agua potable en sus hogares.
Entrevistados en las afueras de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), los usuarios, que hasta el lunes llevaban 18 días sin el servicio, manifestaron que tanto el gobierno municipal como el estatal debieron prever el desabasto que se avecinaba, pues ellos cumplen con el pago oportuno del servicio.
En el caso de Alfredo Cacho, las pipas ni el agua de los pozos han podido llegar a su colonia, la Benito Juárez Norte, debido a la altura, quien narra que la situación pudo haber sido peor, pues su esposa falleció días antes del cierre del Yuribia; mientras que con Alfredo Figueroa, en pleno cumpleaños, su mejor regalo sería el de una pipa en su hogar ubicado en el Centro, pues lleva varios días haciendo guardia en la CMAS sin que una llegue a su hogar.
Ante esta situación Diario del Istmo preguntó a los ciudadanos su opinión sobre la decisión de los ejidatarios por mantener cerrada al presa para los tres municipios que se abastecen de ella.
¿Qué opina del atraso de las negociaciones respecto al Yuribia?
“Deben arreglarlo esto los políticos, esto es una cuestión de los diputados y del presidente municipal, porque siempre estamos pagando la reforestación…Llegaba ayer (el domingo) una pipa (de CMAS) y no s quiso vender el agua en cien pesos, pero no anoté las placas”: Alfredo Cacho Cruz, habitante de la Benito Juárez Norte
“Estamos muy mal, tenemos 18 días sin agua, dicen que está llegando el agua, pero no llega ni por tubería ni por pipas… esto es cuestión del gobierno (del estado) que no se arregla con esa gente… la semana pasada estuve esperando tres días hasta las dos o tres de la mañana y no me llegan las pipas”: Alfredo Figueroa, habitante de la colonia centro.
“No estaba enterado, pero aquí es falta de voluntad del Gobierno (del estado) porque le dejaron el problema al actual gobierno municipal y el gobierno estatal estaba enterado de esto, ya sabían lo que iba a pasar, ¿por qué no hicieron nada? Y a mucha gente de allá (Tatahuicapan) los recursos que les han dado se los han ‘embolsado’… he venido cuatro veces (a buscar agua)”:
Eduardo Yuen, habitante de la colonia Obrera.
“Yo creo que esto es una mala organización del gobierno porque ya se venía sabiendo, ya deberían haber estado preparados con pozos, tomar agua de otros lados, como a ellos no les falta el agua el pueblo sufre de escasez de agua… desafortunadamente yo pagué anticipadamente, ya ni vengo a perder tiempo porque no me van a regresar nada”: José Santiago Olivares, habitante de la colonia Electricista.
