Se trata del segundo plan, cercano a una reserva de la biosfera, que avala la dependencia en las últimas semanas. El anterior fue el permiso ambiental para el proyecto minero Los Cardones, dentro de la reserva de la biosfera Sierra de la Laguna.
El pasado 18 de septiembre la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental autorizó el proyecto planeado en los municipios Rosamorada, Ruiz, del Nayar y Acaponeta en Nayarit, donde pretende aprovechar el río San Pedro, el último cauce libre del país, para generar electricidad de 783 gigavatios en promedio al año, con lo cual generará 0.9 por ciento de la energía demandada por la región centro-occidente del país, según la organización SuMar.
La presa planeada por la Comisión Federal de Electricidad ocupará unas 5 mil 500 hectáreas, donde se harán obras de desvío del río, la cortina de la presa, el vertedor, obras de generación de energía y caminos. Está ubicada en un territorio donde hay zonas sagradas de coras y huicholes.
La dependencia señaló en su resolución que los sitios donde se instalará la infraestructura del proyecto están en la región hidrológica prioritaria denominada Río Baluarte-Marismas Nacionales, que cuenta con 38 mil 768 kilómetros cuadrados, pero debido a la falta de instrumentos equiparables a los programas de manejo donde se especifiquen las actividades permitidas, no existen lineamientos o disposiciones que limiten el proyecto
.
Indica que en la zona hay comunidades indígenas que pueden ser afectadas
por el proyecto, y plantea que se debe realizar una consulta indígena conforme el artículo 169 de la OIT. La CFE dice que estas consultas se hicieron con miembros de 33 comunidades.
El documento, con faltas de ortografía y fechas inexactas, pues se refiere a oficios enviados en diciembre de 2014
, cuando se trata de 2013, indica que debido a que la reserva de la biosfera Marismas Nacionales está fuera del área del proyecto, éste no generará condiciones o situaciones ambientales que se contrapongan con los objetivos de conservación
.
Agrega: Según el promovente la única posibilidad de afectación del ecosistema de Marismas sería por cambios en el flujo hidrológico del río, pues esas descargas influyen en las características hidrológicas de las lagunas
. Ante ello, argumenta, se mantendrá un régimen de caudal ecológico que permita la permanencia del ecosistema.
Representantes de organizaciones como SuMar, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente y del Consejo Indígena Náyeri han señalado que esta presa violaría los derechos de pueblos indígenas y comunidades ribereñas.
También argumentan que la reducción del caudal del río afectaría la agricultura, ganadería, pesca, ostricultura y otras actividades de las que dependen económicamente para vivir más de 20 comunidades de la zona.