Principios éticos para una movilización mundial frente a la Crisis del Agua
20 octubre 2008Vivimos en el Planeta Azul. Un mundo en el que el agua es abundante, hasta el punto de que merecería ser llamado el Planeta Agua. En estado líquido, en forma de vapor o congelada; con una elevada proporción de sales disueltas, en los mares, o como agua dulce en ríos, lagos y humedales, o bien en el subsuelo, formando acuíferos…; el agua es la clave de la vida que conocemos. La energía del sol mueve masivos procesos de evaporación, condensación y precipitación, en forma de lluvia y nieve, que cierran un ciclo esencial para la vida en islas y continentes. La diversidad climática reparte ese ciclo en múltiples formas y ritmos, generando un impresionante mosaico de biodiversidad y de paisajes que marcan el carácter de los diversos territorios y de los pueblos que los habitan. Esa diversidad comporta contrastes entre zonas húmedas, otras que lo son menos, regiones semiáridas, áridas e incluso desérticas.