Tabasqueños desconfían de la calidad del agua potable
24 agosto 2015
A pesar de que los servicios municipales deberían proveer de agua apta para el consumo humano, en la capital del estado no todas las colonias tienen este servicio. Si bien ninguno de los entrevistados reportó haber contraído alguna enfermedad estomacal o de la piel que se pueda deber a la mala calidad del agua, sí se quejaron de que el suministro les falla o que con frecuencia les llega el agua turbia.
La mayoría de las personas se limita a hacer uso del agua corriente que les llega de la llave para labores como la limpieza, lavar los trastes, la ropa o bañarse.
Sin embargo, por precaución, ninguno toma directamente del agua de la llave ni permite que los niños tomen de esa agua, ya que no confían en que sea completamente potable.
Las personas que se quejan de la mala calidad del agua cuentan que con frecuencia les llega muy sucia, especialmente en colonias como las Gaviotas, Tierra Colorada, Casa Blanca y partes del Centro.
Lo que hacen para poder usar el agua es ponerla en tambos o cubetas a reposar para que se asiente la suciedad y puedan usarla en sus actividades cotidianas.
Algunas personas, como la señora María Eugenia López, piensan que el tono turbio del agua se debe a que las tuberías se encuentran en mal estado porque ya cumplieron su vida útil o a que el personal de las plantas potabilizadoras se no ponen la atención que requiere su trabajo.
Gracias a esta precaución de no usar el agua de la llave para tomarla directamente o para cocinar es que los vecinos de las colonias antes mencionadas pueden librarse de enfermedades estomacales, pues un estudio llevado a cabo por Grupo Presente Multimedios reveló que el agua que se despacha del Servicio de Agua y Saneamiento hasta esas colonias tiene presencia de coliformes fecales.
De esa manera incumple con la norma sanitaria y esta agua de la llave que no es potable representa una amenaza a la salud, pues las personas se encuentran expuestas a diversas enfermedades de no tomarlas debidas precauciones.
24 de agosto de 2015
Fuente: Presente
Nota de María Albert Hernández