Una amenaza que llega desde el mar
13 junio 2007La actividad ciclónica alcanza su punto máximo al final del verano, cuando la temperatura superficial de los océanos es más cálida.
Este centro se desarrolla cuando el aire cálido y saturado de las zonas de calmas ecuatoriales se eleva empujado por aire frío más denso. En general, se desplazan en una trayectoria en forma de parábola, y pierden fuerza al penetrar en tierra, cuando ya no encuentran vapor de agua con el que alimentarse -puede absorber hasta dos billones de toneladas de agua al día-.
La escala Saffir-Simpson permite clasificar a los huracanes de acuerdo a la fuerza de sus vientos. Así, los de categoría 1 serían los más débiles, con menos de 120 kilómetros por hora, y los de 5, los más fuertes, superando los 250 kilómetros. El huracán Gilbert, el mayor del siglo XX (1988) en el hemisferio norte, provocó vientos en ráfagas que alcanzaron los 350 kilómetros por hora y devastó Jamaica y zonas de México.
A nivel mundial, la actividad ciclónica alcanza su punto máximo al final del verano, cuando la temperatura superficial de los océanos es más cálida. En el Atlántico norte, una temporada de huracanes comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, siendo septiembre el mes más activo. El noreste del Pacífico soporta un período más largo de actividad.
Sitio Web (URL):