Durante las fuertes lluvias registradas en Santiago a fines de enero, la compañía Aguas Andinas tuvo que paralizar la toma de agua del río Maipo debido al incremento de los niveles de turbiedad.
Si bien se consiguió asegurar el suministro de agua potable en la capital chilena gracias a la puesta en funcionamiento de nuevos estanques de almacenamiento, que demandaron una inversión de US$105 millones, hubo momentos en que las autoridades advirtieron la posibilidad de un corte de agua que habría afectado a 38 municipalidades de la Región Metropolitana de Santiago. Leer más.