Consumo de agua, modifica crecimiento poblacional

24 octubre 2007

El crecimiento poblacional ha modificado la disponibilidad de agua promedio por habitante; en 1955 era de 11 mil 500 metros cúbicos anuales y ahora es de 4 mil 446 metros cúbicos por habitante al año, lo cual se considera como un valor bajo, afirmó el investigador, Martín Nájera Rodríguez, al participar en el XXX Congreso de la Red Nacional de Investigadores Urbanos, en la Facultad de Plantación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma del Estado de México.

El experto de la UAEM consideró que los problemas relacionados con el agua en México deben ser considerados como de seguridad nacional; éstos, acotó, pueden dividirse en cuatro grandes rubros: problemas de cantidad, calidad, distribución y uso.

Además, refirió, de los 450 acuíferos que se consideran como regionales por su extensión, capacidad e importancia relativa, 104 de ellos están sometidos a sobreexplotación con un ritmo de extracción de cerca de 8 km³ por año.

Advirtió que los acuíferos sobreexplotados suministran 60 por ciento del agua subterránea usada a escala nacional y tendrán que ser reemplazos por otras fuentes en el futuro cercano; sin embargo, manifestó, la mayoría se encuentran en el norte y oeste del país, una región dominada por desiertos, donde hay pocas fuentes adicionales de este líquido vital.

"Los problemas de disponibilidad del agua en nuestro país se acentúan por un fuerte sesgo en la distribución del importante recurso natural, ya que el sureste de México cuenta con 68 por ciento del total nacional de agua, pero concentra sólo 23 por ciento de la población y 15 por ciento del PIB; mientras que la región norte y centro de México cuenta con 32 por ciento del escurrimiento natural y 77 por ciento y 85 por ciento de la población y el PIB del país, respectivamente".

Gran cantidad del agua que México obtiene por la precipitación, agregó, tiene diferentes grados de contaminación; las mismas cuencas del sureste de México en los estados de Tabasco, Veracruz, Campeche y Chiapas se encuentran seriamente contaminadas y el río Lerma Santiago es la más contaminada.

Además, expresó, la deforestación en México entre 1976 y 2000 alcanzó una de las tasas más altas en América latina, con un promedio de 545 mil hectáreas por año, por lo que en los últimos 50 años ha habido una disminución en la cobertura boscosa de 29 por ciento.

La deforestación, afirmó, ha traído una reducción de los servicios hidrológicos proporcionados por los bosques y selvas, agravando el problema de la regulación de los patrones hídricos en el país.

"El área afectada por la erosión de suelos en nuestro país alcanza 76 por ciento del territorio nacional, lo que representa una pérdida anual de entre 150 mil y 200 mil hectáreas de tierra arable".

Debido a estos desastres hidrometeorológicos, en México en los últimos 20 años, las inundaciones, sequías, deslaves y tormentas, han aumentado. Por lo que es evidente la necesidad de tomar medidas para fortalecer la relación entre los bosques y la regulación de los patrones hídricos, concluyó Martín Nájera Rodríguez.

Fuente: Uno Más Uno

Sitio web: http://www.unomasuno.com.mx/nota.php?art_ID=1925

 

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